Muchos de nosotros hemos caído en este engaño, quizás algunos en más de una ocasión. Los libros de autoayuda, desarrollo personal o superación no son más que un negocio increíblemente bien armado.

Estos libros, muchos de renombre, no hacen más que jugar con nuestras mentes y credulidad. La mayoría nos presentan métodos confusos, garantizando que, si los sigues al pie de la letra, lograrás lo que quieres.

Usan la vulnerabilidad de nuestras mentes ante los problemas para presentarnos soluciones milagrosas y muy bien redactadas que nos hacen creer en las palabras del autor.

La mayoría de estos libros tienen una composición bastante parecida entre ellos, algo que nos da la medida del patrón de funcionamiento que aplican.

La inmensa mayoría nos presenta una guía milagrosa con miles de sencillos puntos para cumplir, los cuales prometen solucionar nuestras vidas. Cada punto es avalado por alguna experiencia del autor, frases de algún famoso que los usa, e incluso, en ocasiones, estudios científicos.

Todo esto está muy bien, pero no es más que un engaño bien armado.

Estos autores crean experiencias creíbles para que la lectura se torne más personal, y el lector olvide que la ficción existe, y que estos “hábitos maravillosos” no son más que las imaginaciones de una mente privilegiada.

Otro método utilizado es el de poner que un famoso dijo que usa esto o hizo aquello.

Escuchar que alguien de renombre hizo algo nos convence de que eso es bueno y recomendable, olvidando por completo factores como; ellos se pueden equivocar, pueden estar en tu mismo engaño y pueden mentir, que no digo que esto sea lo que hagan, de hecho, es mucho más simple.

En la mayoría de las ocasiones no buscamos que fue lo que dijo realmente el famoso, pero si lo hacemos, podemos darnos cuenta que lo más probable es que nuestro famoso en cuestión no haya mencionado ningún método milagroso, quizás haya hecho un comentario, totalmente alejado del punto que se desarrolla en el libro, pero que nuestro autor supo hilar con gracia y elegancia, convenciéndonos de que su libro de autoayuda ha sido leído hasta por Elon Musk.

¿Porque quién no haría algo sencillo que según Elon Musk lo ayuda a ir mejor al baño?, definitivamente todos caeríamos. Nos gusta vernos en el espejo de quienes admiramos y tienen éxito, y esto, los autores del tema lo saben, y no dudan en usarlo en nuestra contra.

El último método utilizado es el de poner un estudio científico que abala las palabras del autor.

Ver que un científico o que un estudio de Harvard dijo que esto era bueno seduce a nuestra mente y nos convence de que esto tiene que ser real y efectivo, olvidando por completo que hay estudios de absolutamente todo, y no todos tienen resultados positivos.

Quizás sí haya un estudio sobre eso, pero no tiene que decir necesariamente que sea útil, cambiar un no por un sí es muy sencillo.

Esto de poner estudios reales es en el mejor de los casos, dado que, en la mayoría. se aplica la misma técnica que con los famosos; toman un estudio que hable de algo relacionado e hilan una cosa con la otra, convenciéndonos de que todo ha sido estudiado y verificado.

Algo que sí es cierto sobre este tipo de literatura es que funciona como una especie de adición masiva, ya que la mayoría de clientes de estos libros son fieles y repetidos, da igual si les ha funcionado o no, ellos realizarán otra compra sin importar los resultados.

De hecho, es sabido que mientras más se sabe y lee sobre este asunto, más son los adeptos que ponen el camino de sus vidas en manos de estos libros.

Así que da igual si crees o no en el desarrollo personal y sus autores, esto es, definitivamente, el negocio del siglo, minado de adeptos y temáticas elegantemente tratadas, además de un amplio futuro por delante, respaldado por la situación actual y la necesidad de soluciones de las personas.


Imagen de silviarita

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