Indiscutiblemente, si hay algo que, este año, cambió por completo la vida de la mayoría de la población alrededor del mundo, fue la pandemia COVID-19. Desde el confinamiento y cambios de hábitos, hasta la pérdida de empleos y, en el peor de los casos, de seres queridos.

Sin embargo, una consecuencia de la que no se habla mucho son los problemas de salud mental, y es que, según algunos datos, la cantidad de personas con síntomas de depresión y ansiedad han aumentado, considerablemente, respecto a años anteriores.

Cuestiones como pérdida de empleos, deudas, aislamiento social, miedo, exceso de información sobre la pandemia e incluso, el cambio de hábitos al que nos hemos visto obligados, son algunas de las causas relacionadas.

Como dicen muchos profesionales de la salud, el mejor tratamiento para una enfermedad es la prevención, así que veamos algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta para prevenir problemas de salud mental.

¿Qué son la depresión y la ansiedad?

Aunque todos tenemos ciertas ideas de lo que son, estás, muchas veces son erróneas o incompletas, por lo que es necesario definirlas para tener una mejor comprensión del tema.

Depresión

Según el Instituto de Salud Nacional de Estados Unidos (NIH), la depresión “es un trastorno del estado de ánimo que causa síntomas de angustia, que afectan cómo se siente, piensa y coordina las actividades diarias, como dormir, comer o trabajar.

Para recibir un diagnóstico de depresión, los síntomas deben estar presentes la mayor parte del día, casi todos los días, durante por lo menos dos semanas”.

Los síntomas incluyen:

  • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”
  • Pesimismo o falta de esperanza, culpabilidad, inutilidad o impotencia
  • La pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos
  • Pérdida de energía y fatiga
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
  • Alteraciones en el sueño (insomnio o somnolencia excesiva)
  • Alteraciones en el hambre (poco o mucho apetito), que pueden estar acompañados de cambios en el peso

Ansiedad

Según el Ministerio de Sanidad y Consumo de España, la ansiedad “puede definirse como una anticipación de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento de disforia (desagradable) y/o de síntomas somáticos de tensión. El objetivo del daño anticipado puede ser interno o externo. Es una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza”.

Esta sensación puede ser normal o deseable para poder enfrentar las situaciones de la vida diaria, pero se vuelve patológica cuando afecta negativamente la salud física o mental de la persona.

Sus síntomas pueden ser:

  • Sensación de sudoración, sequedad de boca, mareo e inestabilidad, así como temblor, tensión muscular, dolor de cabeza y sensación de hormigueo
  • Dificultad para respirar, palpitaciones, taquicardias, dolor precordial, hiperventilación
  • Nauseas, vómitos, dispepsia, diarrea o estreñimiento
  • Sensación de agobio
  • Irritabilidad e inquietud
  • Miedo a perder el control, a volverse loco o sensación de muerte inminente
  • Dificultad de concentración o problemas de memoria
  • Conductas de evitación de determinadas situaciones

¿Qué hacer para prevenir?

Realizar actividad física de manera regular

Esto puede contribuir a reducir el nivel de ansiedad y mejorar el estado de ánimo, además de contribuir a mejorar tu salud en general. Puedes buscar tutoriales en línea o empezar a hacer un gym en casa.

Comer de manera saludable

Trata de llevar una alimentación balanceada, evitando el exceso de azúcares o comida chatarra; evita el exceso de cafeína debido a que esta puede agravar la ansiedad y el estrés.

Evita el alcohol, el tabaco y otras drogas

Aunque al inicio pueden verse como una forma de escape a tu situación actual, el abuso de sustancias pueden empeorar tu estado emocional, además que fumar y el exceso de alcohol son factores de riesgo para respuestas menos eficaces contra infecciones virales.

Infórmate bien pero limita el tiempo frente a las pantallas

Es necesario informarse respecto al acontecer del día a día, que incluyen lo relacionado a la pandemia, sin embargo, esto debe equilibrarse con tiempo sin ver noticias (que el exceso de información también agobia).

Esto no quiere decir que puedas estar todo el día viendo películas, jugando videojuegos o similares. Leer un libro, tocar algún instrumento o hacer alguna tarea de la casa son opciones para alejarte de las pantallas.

Y recuerda, para dormir bien debes evitar las pantallas al menos 30 minutos antes de ir a la cama.

Lleva un horario

El hecho de que nuestros hábitos hayan cambiado no quiere decir que no debamos llevar una agenda.

Levántate a la misma hora, programa comidas y otras actividades.

Dormir lo suficiente (ni poco ni mucho) es importante para estar saludables y rendir el día al máximo.

También toma tiempo para hacer actividades que disfrutes, ya que relajarte también es importante para tu salud mental.

No olvides tu vida social y espiritual

Si practicas alguna creencia religiosa, deporte, perteneces a un club o algo similar, puede que te ayude a llevar este tiempo.

Aunque no te puedas juntar con tu grupo de amigos en algún espacio físico, las videollamadas son una opción para pasar tiempo de calidad. No olvides a tu familia, que en muchos casos pueden ser un apoyo importante.

Ayuda a alguien que lo necesite

Ayudar a quienes nos rodea nos da un propósito o sentido de pertenencia, y se puede hacer incluso en las circunstancias actuales.

Envía e-mails o haz videollamadas con personas que necesiten apoyo, o si vas al súper, pregúntale a tu vecina de la tercera edad si necesita algo.

¿Cómo saber si necesito ayuda?

Todos reaccionamos de diferente manera ante las diferentes situaciones que se puedan presentar, y es normal sentirse frustrado, preocupado, con tristeza, enojo o miedo en el contexto de esta pandemia.

No obstante, si llevas muchos días sintiéndote así, sientes que estos sentimientos interfieran con la realización de tus actividades diarias, o que has dejado de disfrutar de actividades que te gustaban, es recomendable consultar con un profesional de la salud.

Muchos países tienen líneas de ayuda que funcionan las 24 horas a las que puedes acudir si estás en alguna crisis. Y recuerda, llamar a un familiar o amigo para pedir ayuda también es una opción, pero la ayuda que te puede brindar un profesional de la salud a largo plazo también es necesaria.

Si padeces de algún problema de salud mental es importante que continúes con tu tratamiento según las indicaciones del profesional que te está atendiendo. Y si padeciste de COVID y piensas que ahora sufres de algún problema de salud mental, consulta con un médico lo antes posible.

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