Durante muchos años, la neurociencia se ha dedicado al estudio de la mente humana para descubrir las diversas patologías que puede desarrollar el ser humano durante su crecimiento o desde su nacimiento.

A todos nos pasa que en algún momento nos planteamos la idea de ir al psicólogo pero, a la vez, nos da temor ser juzgados por las personas de nuestro entorno. Aunque, hoy en día, ya no es un tabú, aún causa temor la idea de acudir al psicoanalista.

Es importante conocer que la terapia psicológica es una herramienta fundamental para nuestro desarrollo personal, cuando sentimos que nuestros problemas van más allá de lo que podemos solucionar.

Si detectamos discrepancia entre lo que sentimos y cómo nos comportamos es una clara señal de que hay un problema y hay que solucionarlo.

La ansiedad, depresión, enfermedades, duelos, traumas, separación, problemas de pareja, familiares, laborales y deseos frustrados son los motivos más comunes y principales para ir a terapia.

Si detectamos algunos de esos problemas u otros es importante acudir a un especialista ya que es la manera más correcta de acabar o controlar todos esos malestares que de alguna manera nos pueden afectar en el desarrollo de nuestra vida diaria y en nuestras relaciones personales.

Hay que tener claro, sin embargo, que no existen unas reglas determinadas que nos indiquen que debemos acudir a una terapia psicológica ya que todo depende de cada persona y del hecho de reconocer que tiene un problema.

Una alta autoestima es esencial para disfrutar de una vida plena porque el amor propio nos permite aceptar nuestro propio status dentro de la sociedad y descartar pensamientos negativos y así poder cuidarnos y respetar a nuestros seres queridos.

Algunas veces, sentimos que no queremos hacer nada, nos sentimos deprimidos, estresados y sin fuerzas pero eso, por si solo, no es suficiente para ir a un psicólogo.

Los días que consideramos malos es solo una etapa corta que atravesamos cuando nos sometemos a mucha actividad y nos sentimos cansados de las tareas cotidianas. Por eso, en ocasiones, es preciso hacer una pausa y dedicar un tiempo para ti.

La ayuda profesional es realmente útil cuando estás dispuesto a sanar y a cambiar todo aquello que te genera malestar y no puedes resolver solo. Cuando los miedos y la depresión son los que se apoderan y no podemos disfrutar de lo que nos rodea.

Las razones para ir al psicólogo son infinitas pero debes tener en cuenta que el futuro de tu bienestar es solo tuyo y nadie puede obligarte.

Identifica tus emociones, escribe todo lo que sientes, habla con alguien de confianza, analiza si puedes resolver lo que te pasa y si no, acude de inmediato al psicólogo.

La salud mental es tan importante como cualquier otra enfermedad, lo esencial es reconocer, solucionar y hablar para poder sanar todas esas cosas que nos perturban.


Imagen de Sozavisimost

Añadir Comentario