El teletrabajo viene siendo un tema muy frecuente en estos últimos meses en los que nos hemos visto obligados a cambiar nuestra realidad y nuestra rutina se ha visto drásticamente modificada.

No se trata solo de trabajar desde casa sino de levantarte más tarde porque tienes tu centro de trabajo a unos pasos, cambiar tus hábitos de higiene, como la tendencia a pasar directo de la cama a la computadora sin pasar por el baño o cambiar los hábitos alimenticios como no desayunar a la misma hora o saltarse las meriendas y olvidar tomar agua.

Modificamos también nuestros hábitos de actividad física o los anulamos. Lo que antes era subir y bajar gradas, levantarse para ir a la cafetería, salir a dar una vuelta luego de la hora de almuerzo, se ha visto suprimido.

También se ha visto afectada nuestra psiquis, parte mental y afectiva. Si vivimos solos, empezamos a desarrollar un aislamiento, porque no interactuamos con personas. Puede que vivamos con nuestros familiares perrunos o gatunos que aunque nos respondan con un gesto o un movimiento de cola, nunca vamos a interactuar en una charla y no tenemos otro criterio o concepto distinto al nuestro.

El otro extremo es cuando vivimos con personas alrededor. Si somos padres, se ve modificada la rutina de nuestro trabajo por interrupciones, ya sea que los hijos se encuentren en clases virtuales y requieran ayuda, o que estén sin lecciones y pasen una y otra vez por tu centro de trabajo para que mires lo que han encontrado en YouTube.

Si tus compañeros son tus padres, y basándonos en que nos encontramos dentro del rango de edad laboral promedio de 20 hasta 50 años, en el caso de adultos maduros, el distractor son sus actividades diarias en casa, el ruido, constantes consultas o en el caso de adultos mayores, el estar pendiente de ellos para atenderles en sus necesidades, no estoy diciendo que no sean personas autosuficientes, pero ¿Qué hijo no tratará de simplificar el día a día de sus padres estando presente?

Esto no es todo, considerando los hábitos de descanso, lo normal es que ahora nos acostemos más tarde que antes, puesto que disponemos de una o dos horas más, ya que no tendremos que desplazarnos.

Esto ha hecho que nos obliguemos a descansar menos horas durante la noche, pensando quizá “en la hora de almuerzo voy a darme una siesta”. Lo que lleva a un ciclo de desórdenes, puesto que, esto afectaría nuestra alimentación. Un mal hábito lleva a otro.

Estos son algunos de los aspectos que llevamos meses experimentando, pero ¡calma!, este no es un artículo de autodestrucción, solo quiero que caigas en la cuenta y que tomes un par de minutos para evaluar tu “nueva rutina”.

¿Cuándo volveremos a la vida normal?

No hay respuesta, pero a lo que sí te puedes responder ahora mismo es, ¿cuándo voy a empezar a cambiar yo y cómo?

Aquí empieza lo bueno y el objetivo de este artículo. No hay fórmula secreta, pero sí muchos detalles que todos en conjunto mejorarán tu calidad de vida y te dejarán listo para lo que venga a futuro.

1. Haz un recuento de tu rutina

¿Cuánto tiempo dedicas a cada cosa? A alimentarte, ejercitarte, entretenerte, conversar con los tuyos y otras más. Te aseguro que con ese simple ejercicio te dirás: ¿Cómo es posible que esté perdiendo mi vida así esperando que algo pase?

2. Equilibra el tiempo invertido en cada actividad, que no se exceda una de la otra

Una de las grandes ventajas del teletrabajo es que te da disposición de más tiempo que te ahorras en viajes, inviértela en algo personal como ejercitarte o jugar con los tuyos

3. Embellece tu lugar de trabajo

Es parte de tu casa, ya que estamos sujetos a mirar una y otra vez los mismos aspectos de nuestra nueva oficina, podemos empezar a hacerla mucho más cómoda y linda. Límpiala todos los días, la limpieza es orden y eso te dará la sensación de paz y confortabilidad.

4. Pon a ejercitar tu vista

Trata de enfocar tu mirada en cosas lejanas o distintas al monitor para que tus ojos se refresquen. Cuando te levantes trata de mirar hacia afuera de tu casa, a los puntos más lejanos que puedas: el cielo, el vecino más lejano, la carretera a lo largo, la esquina de tu casa, ponte creativo

5. Respeta los horarios de cada actividad

Uno de los síndromes del teletrabajo es el burnout, suena como al trabajador fundido, ¿cierto? Eso es, no vengo a explicarte médicamente todo lo que implica porque no es mi especialidad, pero sí te comento que uno de los aspectos característicos es tu “autoabuso” del horario de trabajo. Estás en casa y quieres terminar lo que estás haciendo, cuando te das cuenta llevas dos o tres horas más de la hora de salida normal.

Entrevistamos a Yoenia Solano Umaña para que hagas consciencia de lo que te estás haciendo a ti mismo y motivarte a cambiar YA.


Imagen de Peggy und Marco Lachmann-Anke

Añadir Comentario