“Es mi mundo, es mi compromiso. Paremos el calentamiento global.”

No sólo las grandes empresas tienen un rol fundamental a la hora de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas responsable del calentamiento global.

Un sitio de internet propuso hace algo más de tres años que 600 millones de personas se pusieran de acuerdo y saltaran todas al mismo tiempo, para modificar la órbita de la Tierra alejándola del Sol y terminar así con el calentamiento global.

Sin embargo, no es necesario apelar a soluciones tan estrafalarias para que, con la pequeña sumatoria de actos individuales, los seres humanos puedan salvar al planeta.

Graduar la temperatura del hogar

Este cúmulo de acciones incluye medidas tan simples como bajar un grado la temperatura del hogar. De esta forma se reducirían al año hasta 300 kilos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por vivienda, ya que la calefacción genera aproximadamente el 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero y es responsable del 70% del consumo energético en las viviendas.

Mejorar aislamientos

También supone una ventaja similar reemplazar las ventanas de un solo vidrio por otras con doble acristalamiento.

Esto lleva a que el hogar esté bien aislado y evita una emisión anual de 630 kilos de CO2 por unidad habitacional. Al ubicarse la heladera en un lugar fresco se ahorran hasta 150 kilos de CO2 al año y si se deja enfriar la comida caliente antes de meterla en el refrigerador se economizarían anualmente 6 kilogramos adicionales.

Controlar mejor uso de electrodomésticos

Otras buenas acciones son cambiar las lámparas tradicionales por lámparas de bajo consumo, emplear menos horas el aire acondicionado porque consume muchísima energía y usar el lavarropas sólo cuando esté lleno.

Si al momento de servirnos un té, hervimos solamente el agua necesaria para una taza, se evita la emisión anual de 25 kilos de CO2.

En Europa dicen que si todos los habitantes de ese continente hicieran eso, con la energía ahorrada podría encenderse una tercera parte de las farolas públicas.

Otras acciones simples y eficaces

También ayudan a bajar las emisiones de CO2 medidas como colocar una flor de poco flujo en la ducha, cerrar la canilla mientras se procede al lavado de dientes, emplear bolsas reutilizables al hacer las compras y reciclar los residuos.

Por ejemplo, la obtención de un kilo de aluminio a partir del reciclado evita 9 kilos de CO2. Aunque no parezca creíble, con sólo pensar antes de imprimir un documento o un mensaje electrónico si realmente es necesario hacerlo, se podría evitar una emisión de 7 kilos de CO2 por el menor uso de papel.

No menos importante es conducir con las cubiertas infladas en la presión indicada, manejar a 90 km/h o desplazarse en bicicleta en trayectos cortos. De esta forma se ahorrará combustible y se generarán menos emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.


Imagen de lesserland

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