Aviso a lectores y ávidos consumidores de buenas series de televisión: en este artículo hay spoiler de la temporada 1 y 2 de The Umbrella Academy.

Según el sicólogo norteamericano Howard Gardner, nuestra inteligencia no es una sola ni es medible con un solo logaritmo injusto y poco representativo. En sus teorías afirma que más bien se compone de siete capacidades o habilidades, con un funcionamiento paralelo y complementario.

En términos más cinematográficos o gráficos, tenemos siete posibles "super-poderes" para desarrollar, totalmente compatibles entre sí. Gardner añadió una octava inteligencia y no descartaba que hubiese más, no obstante.

The Umbrella Academy, una serie de Netflix basada en los cómics de Gerard Way y Gabriel Bá, versa sobre los hermanos Hargreeves, nacidos a la vez y de forma muy sorprendente, con poderes un tanto peculiares. Quien haya visto la serie, podrá apreciar el paralelismo entre las siete inteligencias definidas por Gardner y los siete hermanos Hargreeves de la academia del paraguas. Quien no conozca la serie ni la teoría, seguro que se siente intrigado por ambas tras leer esto.

Aprovecharemos el orden numérico para entrar en detalle sobre la conexión de las siete inteligencias con los hermanos, pues estos últimos tienen nombre, número y apodo (sólo en el cómic).

Número Uno, Luther (llamado también 'Spaceboy' en el cómic) o la inteligencia corporal cinestésica.

Luther tiene un cuerpo extraordinariamente desarrollado y su poder está en su fuerza sin igual. Paralelamente, esta rama de la inteligencia, la cinestésica, es la que desarrolla la combinación perfecta entre el cuerpo físico y el sistema nervioso, la que habilita el desempeño de los músculos y coordina los movimientos.

Número Dos, Diego (The Kraken) o la inteligencia espacial.

El caso de Diego es muy especial, pues su habilidad o súper-poder radica en el dominio del lanzamiento de armas blancas, que es capaz de dirigir tan magistralmente que giran esquinas o recorren distancias extraordinariamente largas. Para desarrollar este poder es imprescindible la inteligencia espacial, la que concierne a la recreación del espacio en la mente. Es la que caracteriza a los que hacen puzles, a los diseñadores, a los arquitectos o a esa gente que saldría fácilmente de un laberinto, pues visualiza el espacio en el que se encuentra desde un ángulo superior al puramente físico o visual. Curiosamente, Luther y Diego se llevan muy mal pero se necesitan para ser mejores; la inteligencia corporal y la espacial, se retroalimentan y se complementan.

Número Tres, Allison (The Rumor) o la inteligencia lingüística.

El poder de Allison es muy sorprendente (al menos para los que, como yo, somos neófitos en el tema de los súper-héroes y los cómics): cuando le dice a alguien la frase "corre el rumor", añada lo que añada después, ese alguien se ve obligado a hacerlo. Esto le salva la vida en ocasiones, a ella y a sus seres queridos. Procura no usar su poder para manipular sin un motivo extremo, pero le ha costado muchos disgustos aprender a controlarlo. Dice un proverbio chino: "hay tres cosas que no vuelven: la flecha lanzada, la oportunidad despreciada y la palabra pronunciada". Sin pericia en su inteligencia lingüística, gracias a la cual nos relacionamos y comunicamos con los demás, Allison no podría poner en práctica su poder, o erraría en sus "rumores".

Número Cuatro, Klaus (The Seance) y Número Seis, Ben (The Horror). Inteligencias interpersonal e intrapersonal.

Estos dos hermanos Hargreeves siempre van juntos, pues Ben está muerto y el poder que tiene Klaus es el de ver a los muertos, así que es el único que se puede comunicar con él. Las inteligencias interpersonal e intrapersonal están tan unidas como ellos. En algunos aspectos, y por momentos en la serie, Klaus representa la intrapersonal, por estar en constante conexión son sus propias emociones (de hecho, a veces parece ser lo único que le importa), pero siente una profunda unión con los vivos, sobre todo con su hermana Vanya, Número 7. A la vez, Ben es un ser extraordinariamente sensible y aparece gracias a la facilidad que tiene para relacionarse con las emociones de Klaus (inteligencia interpersonal), pero en el fondo, y aunque a veces les pese, los dos son uno solo. De la misma manera, relacionarnos con nosotros mismos - entendernos en nuestra complejidad - y entender a los demás son tareas profundamente entrelazadas.

Número Cinco, sin nombre (The boy), o la inteligencia lógico-matemática.

Esta es una de las inteligencias tradicionalmente más valoradas y cotizadas en la Historia de la Humanidad, así como Número Cinco es clave en el transcurso de las veces que salvan los Hargreeves el mundo. El poder de Número Cinco es el de transportarse en el tiempo, para lo cual necesita cálculos matemáticos extremadamente complicados. Curiosamente, se podría decir que el chico y la inteligencia lógico-matemática están asociados, pero por la ausencia a la vez que la presencia, pues sus cálculos erróneos son los que más problemas traen a la trama de la serie.

Número Siete, Vanya (The White Violin), o la inteligencia musical.

Vanya es un personaje que representa muchas más cosas que esta habilidad de la inteligencia. Representa a las personas que no creen en sí mismas, a las denigradas y aplastadas por progenitores o familiares que les inculcan y contagian esa falta de fe. Representa la falta de autoestima grave y la rabia que eso conlleva, que puede estallar en cualquier momento, y puede hacerlo a través de la música. Vanya puede hacer estallar cualquier cosa, de cualquier magnitud, gracias a su rabia.

En la vida real podemos apreciar que la mayoría de los que desarrollan la inteligencia musical, suelen tener facilidad para aislarse del mundo, para meterse en su propia burbuja, como Vanya, y a su vez utilizar su inteligencia intrapersonal para conocerse a través de la música. Una vez más, vemos la conexión entre Klaus y Vanya, entre la inteligencia musical y la intrapersonal.

Tal como se podría decir que si juntamos a los siete hermanos de la Umbrella Academy en una sola persona, ésta sería indestructible, podríamos atrevernos a decir que si desarrolláramos nuestras siete (u ocho) inteligencias, también lo seríamos. Si hubiese alguien capaz de dominar su cuerpo, teledirigir cuchillos, doblegar a otros con la palabra, hablar con los muertos, poseer una infinita sensibilidad, transportarse en el tiempo y hacer explotar cosas, no temería a nada ni a nadie. Asimismo, si fuésemos capaces de aunar la pericia en las siete inteligencias, quizá nuestro poder sería infinito. Pero, ¿poder para qué? Para estar en paz y ser felices, sin duda, tal como los hermanos Hargreeves unen sus poderes para que el mundo (y, con él, su familia) esté en paz.

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