¿Todavía te sigues creyendo eso de que en las elecciones elegimos a nuestros Representantes (sí, sí, con mayúscula)?

Pobre ignorante de la vida, ¿no te das cuenta de que esto de las elecciones simplemente es un paripé para tenernos contentos? ¿Cuántas veces te tienen que engañar para que caigas en la cuenta?

Porque sí, nuestro ilustrísimo VicePresidente tiene toda la razón en una cosa, nuestra democracia no es plena, pero no por lo que él dice, sino por todo lo que no dice, porque, si te has leído la Constitución, o has visto la película, te sabrás eso de que el Gobierno es elegido por las Cortes Generales cuyos miembros son elegidos por los ciudadanos en las elecciones, ¡ja!

Sufrimos una Democracia que no es plena por el mero hecho de que nosotros no elegimos a nadie, nos limitamos a elegir un partido político el que más nos guste, o menos nos disguste, y luego ya se encargan ellos de hacer sus tejemanejes para tener a todos bien colocaditos, que fuera hace mucho frío.

¡Seamos serios por una vez! Cuando votas a un partido político votas a la persona que el Presidente de dicho partido ha elegido que votes, ¿y qué mérito tiene esa persona que eliges, por ejemplo, en la quinta posición de la lista? ¿Es el mejor preparado? ¿El más guapo? ¿El más listo? Nada de eso, simplemente es el que no se mueve, el que mejor sigue las instrucciones de su líder, ¿qué te parece? Nuestros Representantes en las Cortes Generales no son los mejores, sino los que mejor siguen a su líder.

¡Y esa gente es la que nos gobierna!

Pero, espera, que aún hay más.

Para mantener el circo mediático resulta que cada Diputado de las Cortes Generales representa a una provincia, seguro que has oído eso de que Fulanita es Diputada por Salamanca, por ejemplo. Entonces, tú y yo, que somos personas con sentido común, al menos tú, podríamos llegar a pensar que esa Diputada defenderá los intereses de la provincia por la que ha sido elegida, ¿no?

¡Pues no! A ella lo que le interesa es defender los intereses de su líder que es quien decidirá si se vuelve a presentar o no, ¡toma Democracia!

¿Y si hacemos un pequeño cambio?

Nada del otro mundo, hagamos que cada Diputado tenga que defender los intereses de la provincia por la que es elegido, y que sean los ciudadanos de cada provincia los que decidan quien les representa y quien no, ¿no te gustaría más esa opción?

Seguro que en tu provincia hay cuestiones de ámbito provincial que te afectan y que nadie trata. Para eso serviría tu Diputado, para defenderlas, y si no lo hace, ¡adiós muy buenas y a otra cosa mariposa!

¡Ya verías como cambiaría el cuento!

Se acabaría eso de la disciplina de voto, la mayor aberración de una democracia, y cada Representante votaría en conciencia y en función de los intereses de su provincia, porque podría ser elegido independientemente de lo que opinara la maquinaria de su partido.

Como nos gustaría esa utopía, ¿verdad?, casi, casi, deberíamos de llamarla distopía, pero soñar es gratis, todavía, así que apostemos por esa opción y acabemos con una vez con el régimen plutopatriarcal de Partidos Políticos que heredamos del franquismo y que todavía nadie se ha atrevido a modificar, ¡claro!, es mejor estar a la sopa boba viviendo del cuento.

Así que ya sabes, la próxima vez que te llamen a votar no te engañes a ti mismo con la idea de que estás haciendo uso de la Democracia, nada de eso, estás simplemente siguiéndole el juego a los que dirigen el cotarro para que sigan manteniendo sus privilegios mientras el resto nos pudrimos en la miseria.

¿Es una invitación a la abstención? Nada de eso, es una reflexión en voz alta para que algún día consigamos hacer un cambio productivo en nuestra mal llamada Democracia.


Imagen de Gordon Johnson

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