Mucho antes de que nos contaran sobre la conspiración QAnon o quisieran convencernos de que los videojuegos hacen violentos a quienes los juegan, la mentira y la desinformación convivían con nosotros en formas muy variadas y peculiares.
Porque, ¿quién no ha escuchado alguna vez que los pitufos eran comunistas y su merchandising atacaba a los niños? ¿O que la nieve es falsa y que amenazas como el SIDA y el COVID-19 fueron creados en un laboratorio?
Sin que existieran Internet, YouTube y tantos otros conocidos que pueblan la red, el periodismo gráfico, la radio, la televisión o el boca a boca nos sorprendían con novedades capaces de superar a cualquier ficción.
Noticias que debían de ser verdad por la confianza o integridad que emanaba de la persona o figura pública que nos informaba para que tuviéramos cuidado y no saliéramos perjudicados.
Lo cierto es que mucho de lo que se dice o publica es falso o está fundado en la propia ignorancia de la persona que nos transmite (o retransmite) la novedad.
Y, obviando las razones que pudieran tener nuestros informantes, es importante tener la habilidad para distinguir entre verdadero y falso.
A continuación, hay unos cuantos consejos que podrían serle útiles.
Herramientas básicas: la duda y el pensamiento crítico
El elemento fundamental para enfrentarse a cualquier noticia es la duda.
Basta una pausa para no aceptar de inmediato lo que sea que le estén contando. En estos casos, titubear salva las mentes y vidas de la gente. La duda es uno de los primeros pasos para tener una mentalidad abierta y no ser timado.
Pero dudar no es suficiente, tiene que ayudarse y apoyarse con el pensamiento crítico.
Esto no quiere decir que deba criticar toda novedad, sino analizarla. Detenerse a considerar un momento si es posible que los hechos relatados por la noticia hayan ocurrido. Y luego, pensar la fuente. Es decir, quién y cómo nos está transmitiendo la noticia.
También es posible y útil agregar al análisis la búsqueda de otras fuentes, hacer una comparación entre lo que dicen, comprobar sus fechas de publicación o emisión y ver si el texto, el audio o el video usado en todas las fuentes es original o si se trata de copias exactas.
Por último, puede buscar la opinión de algún experto o alguien en quien confíe y sepa bastante del tema como para discutirlo.
Aprender a usar las herramientas básicas requiere de práctica. Y una vez que haya experimentado bastante con ellas y se sienta cómodo o satisfecho con los resultados, puede seguir con lo que viene a continuación.
Herramientas avanzadas, o cómo ser un escéptico profesional
Aprender a dudar con moderación y analizar los hechos es el primer paso para convertirse en un escéptico. Pero que la palabra no los asuste. Esto no quiere decir que debe rechazar o ignorar desde el primer momento toda creencia o teoría, sino también cuestionarla sin llegar al extremo del fanatismo.
No es imposible convertirse en un escéptico. Y no es necesario, aunque sí muy útil, aprovecharse exclusivamente del método científico.
James Randi usaba su experiencia como mago para desenmascarar a quienes decían tener poderes sobrenaturales y se aprovechaban de ello. Hasta el día de hoy su organización sin fines de lucro, la Fundación Educativa James Randi, no ha entregado el premio de un millón de dólares para aquel que demuestre tener capacidades supernaturales bajo condiciones de estudio controladas.
El astrofísico Carl Sagan, conocido por ser un gran divulgador de las ciencias, en su libro El mundo y sus demonios (The demon haunted world) daba al lector una serie de consejos e ideas para desarrollar el escepticismo y poder descubrir con mayor habilidad las características de los argumentos falsos.
Algunos aparecen mencionados con anterioridad, pero para terminar quisiera agregar algunos como:
- No hay tal cosa como las autoridades absolutas en un tema, sino expertos falibles capaces de cometer errores, por mínimos que sean.
- Analizar cómo se intenta validar la noticia.
¿Intenta contradecir a un oponente al atacar su persona y no sus ideas?
¿Habla a favor de una idea o persona al mostrar solo lo positivo?
¿Quiere presentarlo como verdad al usar un argumento que no es posible de refutar?
- Pensar en más de una posibilidad o hipótesis alternativas y después, trate de refutarlas con el sentido común. La que sea más difícil de negar será la opción más probable y verdadera.
- No se quede con el resultado que obtuvo. Que sea lo más probable no quiere decir que sea la verdad.
Infórmese. Piense. Y repita. La verdad no siempre está ahí afuera y al alcance de la mano, pero es posible eliminar las capas de mentira que nos proponen día a día.
Mucho antes de que nos contaran sobre la conspiración QAnon o quisieran convencernos de que los videojuegos hacen violentos a quienes los juegan, la mentira y la desinformación convivían con nosotros en formas muy variadas y peculiares.
Porque, ¿quién no ha escuchado alguna vez que los pitufos eran comunistas y su merchandising atacaba a los niños? ¿O que la nieve es falsa y que amenazas como el SIDA y el COVID-19 fueron creados en un laboratorio?
Sin que existieran Internet, YouTube y tantos otros conocidos que pueblan la red, el periodismo gráfico, la radio, la televisión o el boca a boca nos sorprendían con novedades capaces de superar a cualquier ficción.
Noticias que debían de ser verdad por la confianza o integridad que emanaba de la persona o figura pública que nos informaba para que tuviéramos cuidado y no saliéramos perjudicados.
Lo cierto es que mucho de lo que se dice o publica es falso o está fundado en la propia ignorancia de la persona que nos transmite (o retransmite) la novedad.
Y, obviando las razones que pudieran tener nuestros informantes, es importante tener la habilidad para distinguir entre verdadero y falso.
A continuación, hay unos cuantos consejos que podrían serle útiles.
Herramientas básicas: la duda y el pensamiento crítico
El elemento fundamental para enfrentarse a cualquier noticia es la duda.
Basta una pausa para no aceptar de inmediato lo que sea que le estén contando. En estos casos, titubear salva las mentes y vidas de la gente. La duda es uno de los primeros pasos para tener una mentalidad abierta y no ser timado.
Pero dudar no es suficiente, tiene que ayudarse y apoyarse con el pensamiento crítico.
Esto no quiere decir que deba criticar toda novedad, sino analizarla. Detenerse a considerar un momento si es posible que los hechos relatados por la noticia hayan ocurrido. Y luego, pensar la fuente. Es decir, quién y cómo nos está transmitiendo la noticia.
También es posible y útil agregar al análisis la búsqueda de otras fuentes, hacer una comparación entre lo que dicen, comprobar sus fechas de publicación o emisión y ver si el texto, el audio o el video usado en todas las fuentes es original o si se trata de copias exactas.
Por último, puede buscar la opinión de algún experto o alguien en quien confíe y sepa bastante del tema como para discutirlo.
Aprender a usar las herramientas básicas requiere de práctica. Y una vez que haya experimentado bastante con ellas y se sienta cómodo o satisfecho con los resultados, puede seguir con lo que viene a continuación.
Herramientas avanzadas, o cómo ser un escéptico profesional
Aprender a dudar con moderación y analizar los hechos es el primer paso para convertirse en un escéptico. Pero que la palabra no los asuste. Esto no quiere decir que debe rechazar o ignorar desde el primer momento toda creencia o teoría, sino también cuestionarla sin llegar al extremo del fanatismo.
No es imposible convertirse en un escéptico. Y no es necesario, aunque sí muy útil, aprovecharse exclusivamente del método científico.
James Randi usaba su experiencia como mago para desenmascarar a quienes decían tener poderes sobrenaturales y se aprovechaban de ello. Hasta el día de hoy su organización sin fines de lucro, la Fundación Educativa James Randi, no ha entregado el premio de un millón de dólares para aquel que demuestre tener capacidades supernaturales bajo condiciones de estudio controladas.
El astrofísico Carl Sagan, conocido por ser un gran divulgador de las ciencias, en su libro El mundo y sus demonios (The demon haunted world) daba al lector una serie de consejos e ideas para desarrollar el escepticismo y poder descubrir con mayor habilidad las características de los argumentos falsos.
Algunos aparecen mencionados con anterioridad, pero para terminar quisiera agregar algunos como:
- No hay tal cosa como las autoridades absolutas en un tema, sino expertos falibles capaces de cometer errores, por mínimos que sean.
- Analizar cómo se intenta validar la noticia.
- Pensar en más de una posibilidad o hipótesis alternativas y después, trate de refutarlas con el sentido común. La que sea más difícil de negar será la opción más probable y verdadera.
- No se quede con el resultado que obtuvo. Que sea lo más probable no quiere decir que sea la verdad.
Infórmese. Piense. Y repita. La verdad no siempre está ahí afuera y al alcance de la mano, pero es posible eliminar las capas de mentira que nos proponen día a día.
Imagen de Wokandapix