En ocasiones las empresas tienden a confundir estos cuatro términos denominándolos como sinónimo y creando confusión entre ellos. Existen, sin embargo, diferencias sutiles y de gran importancia que vale la pena conocer.

Hay que destacar que es necesario tenerlos bien definidos o saber diferenciarlos unos con otros, ya que, al no ser de esta manera, podría ocasionar problemas en las estrategias de marketing o planificación a utilizar para la marca.

Quizás, el término más claro de los cuatro es 'comprador' puesto que su propio nombre lo define y lo verdaderamente confuso viene cuando tratamos de distinguir entre un cliente, un usuario y un consumidor. Por tanto, aclararemos cada uno de los términos desde la perspectiva de varios profesionales de la mercadotecnia.

En el libro 'Mercadotecnia', sus autores Fischer y Espejo (2004), definen al comprador como 'persona que realiza la compra o adquisición del bien'.

Es decir, es aquella persona que realiza la actividad de la compra del producto, mediante los distintos canales de distribución. Hay que recalcar que esta persona no suele ser el consumidor del producto. Respecto al concepto del consumidor, en el libro 'Comportamiento del Consumidor', sus autores Schiffman y Kanuk (2005), lo definen como aquella 'persona que identifica una necesidad o deseo, realiza una compra y luego desecha el producto durante las tres etapas del proceso de consumo'.

En otras palabras, es un individuo que posee una necesidad que satisfacer, por ello busca adquirir un bien que cubra esa carencia tomando así la decisión de la compra, sin embargo, no requiere que el mismo sea el comprador.

No obstante, en el libro de 'Mercadotecnia', según los autores Fischer y Espejo (2004), definen usuario como aquella 'persona o personas que consumen o utilizan el producto o servicio'.

En otras palabras, es a quien va dirigido el bien, es decir, aquel que utiliza o consume un determinado servicio o producto. De este modo podrá darle el visto bueno o malo, puesto que ellos serán los únicos en saber si cubre o no sus expectativas con respecto al producto.

Por último, según la American Marketing Association (2003), el cliente es 'el comprador potencial o real de los productos o servicios'.

Por ende, es la persona que adquiere de forma voluntaria un producto o servicio para cubrir su necesidad o deseo, de manera frecuente, en una tienda o empresa. Se crea así, una experiencia agradable con la marca, que ayuda a que vuelva a repetir el proceso de compra y se cubra nuevamente esa carencia.

En la actualidad se encuentran dos tipos de clientes, los clientes actuales y los clientes potenciales. En cuanto al primero, son la fuente de ingreso que percibe la empresa día a día, siendo la que le permite a la marca tener una participación determinada en el mercado y aumente su volumen en las ventas.

Los clientes potenciales son aquellos que pueden dar lugar a un determinado volumen de ventas en el futuro, ya sea a corto, mediano o largo plazo, y por lo que son considerados como la fuente de ingreso porvenir.

En conclusión, el objetivo final de cualquier estrategia de marketing de una empresa es conseguir diferenciar claramente los diferentes tipos de clientes, dado que son ellos los que mantienen a flote la marca con sus compras y su fidelidad.


Imagen de Dylan Gillis

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