Hace unos años me encontraba dando clases en una escuela secundaria de Buenos Aires. Me tocó un cuarto año, es decir, adolescentes. Como parte del programa tenía que dar Épica y Tragedia griega. Felizmente, tuve la ventaja de poder elegir la tragedia a trabajar y por supuesto elegí mi favorita: Medea, de Eurípides.

Antes de continuar quisiera aclarar el porqué de mi elección. Medea es considerada una de las más grandes obras literarias del mundo clásico, fue interpretada y analizada de muchas maneras acorde a los cánones sociales y culturales que regían cada momento histórico y el rol de la mujer dentro de la sociedad nunca pasó inadvertido. Esta mujer bárbara, que traiciona y abandona a su familia por amor para luego ser ella misma traicionada y abandonada por el hombre que amaba. La mujer demonio, la mujer bruja, la mujer hechicera, la mujer sin escrúpulos ni sentimientos, calculadora, malvada, engañosa. Todas ellas es Medea. La mujer vengativa ¿Vengativa o vengadora?

Tuve la oportunidad de analizar a fondo esta tragedia cuando cursaba en la Universidad como parte de un seminario de filología griega clásica. Me sumergí tanto en el personaje que desde ese momento quedé obnubilada con esa mujer tan poderosa. Que Eurípides le haya dado tanta fuerza y poder a un personaje femenino en una sociedad en donde la mujer no tenía voz y no era consideraba parte de la vida social de la polis griega, me dejó pasmada. Más allá de los tintes misóginos de la tragedia misma, tomé lo más importante: La imagen de esa mujer.

Luego de atravesar toda la tragedia en clase, de buscar en el diccionario los términos extraños con los chicos, de reírnos por las comparaciones con las novelas de Thalía: 'esta tragedia es mexicana no griega' me dijo Laura desde el fondo y todos nos reímos. Cuando llegó el momento de la puesta en común, llegamos a un punto un tanto sensible.

¡Spoilers!

Para aquellos que no hayan leído la tragedia o no se la acuerden bien, el momento culmine de la venganza de Medea es el asesinato de los hijos que ella misma procreó con Jasón. Luego de un gran debate interno con ella misma y con su criada, Medea resuelve que la mejor manera de vengarse de su traicionero marido es dejarlo en la ruina, sin nueva esposa, sin suegros ricos y, claro está, sin descendencia. Para el griego de aquella época, el peor castigo que los dioses podrían enviar es la muerte de todos los herederos. Esto significa el fin del patrimonio y del nombre familiar.

Al final, Medea se resuelve por asesinar a sus hijos como conclusión de su venganza, como un cierre perfecto. No hay que olvidar que Medea es altamente inteligente y práctica. Su estrategia no está llevada a cabo desde el impulso sino desde la razón, desde la estrategia militar. Si algo es Medea en esta tragedia, es estratega.

Una vez llegado a este punto de análisis me costó horrores hacerles entender a mis alumnos que todo fue calculado por Medea, que su plan fue perfecto desde el punto de vista militar y social. Ella buscaba la ruina de Jasón y lo consiguió.

La mayoría de mis alumnos argumentaban que una mujer nunca podría hacer una cosa así, que no era creíble para el público.

Seguí interrogando y pidiendo más opiniones y para mi sorpresa este era el argumento común.

Fui más incisiva con las chicas y pedí explicaciones. La opinión común era que Medea había actuado por impulso y que seguramente se arrepentiría (lejos de la realidad).

Tan arraigada estaba la idea de que una mujer, con la capacidad de amar, odiar, pelear e incluso vengarse tiene que tener un límite y ese límite es la maternidad.

Todo está permitido pero no el infanticidio. Matar a la esposa de Jasón está bien, matar al padre de Creusa está bien, dejar a Jasón en la ruina social y económica está bien y mucho mejor está escaparse volando en la carroza alada de un dios (comentario hecho por Esteban) pero matar a los hijos es solo parte de una mentalidad enferma, de una impulsiva que debe ser castigada.

Más allá de los horrores de los asesinatos en general, lo imperdonable son los niños. Tanto por su condición de niños e indefensos como también por su condición de propios. Medea los asesina para completar su venganza contra Jasón.

El plan de Medea es perfecto, su objetivo es arruinar la vida de Jasón y lo consigue. Pero a los ojos de mis alumnos de 15 años, ella fue demasiado lejos porque una mujer nunca puede atentar contra su propia creación, antes de ser mujer Medea debía ser madre, antes de ser humana, Medea debía ser madre porque el rol más importante de la mujer en esta sociedad es la de ser madre. Si ese rol no se cumple o es invalidado por un acto tan macabro como reprobable como lo es el infanticidio, la mujer deja de ser mujer y se convierte en monstruo, en bruja, en hechicera, en demonio, en no-mujer.

Poco a poco, con el creciente número de mujeres que deciden no ser madres sin dar ningún tipo de explicación, Medea aparece como una mujer moderna, hasta contemporánea. Progresivamente, el rol de la mujer en la sociedad seguirá adquiriendo más matices, más profundidad e irá dejando los viejos pre-conceptos y estereotipos para dar paso a una definición más inclusiva y abarcadora.

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