Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español, parece flaquear entre dos aguas. Últimamente ha optado por la defensa del rey Felipe VI, por lo menos por ahora, lo que pudiera costarle un choque con sus aliados políticos de Unidas Podemos.

El mandatario español, además, ha subido la apuesta y ha defendido claramente al monarca de España. Recordemos lo dicho durante una de sus últimas ruedas de prensa en Bruselas.

Los términos del líder del PSOE causan sorpresa. Frases como “el rey demuestra con los hechos más que con las palabras,” ejemplifican un espaldarazo político a la cabeza de la Casa Real. Pero a su vez, debe plegarse a Podemos.

No es pertinente obviar lo que ha ocurrido durante el año 2020. Aunado a una crisis inmensa de carácter sanitario, la conflictividad política y los escándalos no han mermado en España.

Un rey emérito que huye descaradamente a Abu Dabi y deja al mando del trono a Felipe VI. Una mujer vinculada a Juan Carlos I. Unas cuentas en suiza. Todo esto forma un panorama difícil para una estructura política y social que trasciende generaciones.

Unas cartas, que emulaban la misiva a Francisco Franco que enviaron militares como Orgaz, cuando en 1943 pedían al dictador que entregara o cediera el poder al monarca Alfonso XIII, avivaron la escena todavía más.

En esa época, los hombres de armas actuaron tímidamente, recordando que estaban en pleno conflicto mundial. En ese contexto, decidieron pasar un pedido como una sugerencia, al percatarse de lo que no pudieron hacer por la fuerza. En esa época, no hubo resultados.

Hoy, Felipe VI recibe cartas de ex militares, pero, ¿qué muestran los textos?. Simplemente temor.

Miedo de que se rompa la institucionalidad del país. Precaución porque las acciones del Gobierno español puedan ir socavando la, ya de por sí, muy degradada democracia de España, en lo que ellos reconocen como factores de deterioro palpables del sistema democrático.

Los ex militares invocan el poder del monarca para que detenga lo que ellos creen es un Gobierno peligroso, no tanto por su propio cuerpo, sino, mucho más, por sus aliados, esos que le permitieron el apoyo para hacerse con el poder y a los que ahora debe favores políticos, que, por su costo, representan un factor de deslave de la propia estructura política de Gobierno.

Acuerdos con terroristas, dicen los ex militares, en una clara alusión a los acuerdos entre Sánchez y los diversos grupos políticos.

Pero volvamos al rey y la contienda de disparos y salvas, porque la artillería de los independentistas catalanes y vascos, sumada a Unidas Podemos, con su líder Pablo Iglesias, ha colocado a Pedro Sánchez, cabeza del PSOE, al frente de la defensa y salvaguarda de la autoridad monárquica.

Para algunos se abre así otra grieta subterránea dentro de los pasillos de poder. ¿Y qué dice a esto, el resto del estamento político?

El PP ya parece hacer su parte. Resulta sorprendente que, para el tema de la monarquía, terminaran unidos Pablo Casado y Pedro Sánchez, pero es así.

Tanto el PSOE como el PP son claros en mostrarse, por ahora, como defensores de la Casa Real, del rey Felipe VI y del régime del 78.

Parecen luchar con la idea de que, ante una decisión, van a optar por ir contra un enemigo común, Pablo Iglesias, Unidas Podemos, y todo lo que se circunscriba a esa instancia política, que, paradógicamente, bien que le ha servido al presidente del Gobierno para alcanzar el poder.

Sánchez quiere frenar a Iglesias

Pero ahora han cambiado las cosas. Sánchez, de forma pragmática, ha de saber que debe ir frenando el avance impetuoso de Iglesias, porque de no hacerlo, podría terminar siendo el “vicepresidente del vicepresidente.”

Temas como la monarquía, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la situación de Venezuela, Cataluña, en fin, uno y tantos más, siguen agrietando el sistema de tal forma que ya es imposible ocultar de la opinión general de la población.

Como dicen algunos, a veces los hechos más trascendentales surgen de los hechos menos pensados.

Un video sacudió todo.

Unidas Podemos lanza un video que coloca a la monarquía en una situación de considerable evaluación. En dicho video, la agrupación morada presenta al rey emérito, Juan Carlos I, con sus vinculaciones en los casos de las tarjetas opacas, las cuentas fiscales, entre otros hechos denunciados.

Pero lo paradigmático del video es que se relaciona directamente al franquismo con la Casa Real completa, incluso al actual rey Felipe VI.

La música del material de Unidas Podemos, es decir, del video, corrió por cuenta del usado en una serie de narcotráfico. El boom generado por la publicación ha sido incesante en las últimas semanas porque no se trata de un hecho aislado sino que se trata de, nada más y menos, que de Unidas Podemos, la fuerza sostén del Gobierno español.

Expresiones como "¿para qué sirve el rey?",  en el pasado eran moneda común para Pablo Iglesias. Para él, la monarquía en el pasado sirvió para que España tuviera un sistema político similar a las democracias europeas. Y por ello, sostiene Iglesias, los demócratas en España tuvieron que tragar con la monarquía, porque era la última garantía de que no se diera un golpe de estado en este país.

Y es que Pablo Iglesias aumenta su postura siempre frente al rey, en un marcado vaivén. Expresiones que refutan el uso del uniforme militar del monarca han sido, por ejemplo, parte de sus alegatos. Haciendo un llamado para que jamás se viera a un jefe de Estado con la indumentaria castrense. Porque, según él, dicha autoridad es la representante del pueblo. Iglesias abogaba, en ese momento, por un sector militar subordinando al poder civil.

Pero el cerco se cierra.

Mientras Podemos teme quedar aislado de sus socios en el Gobierno español, otro que se suma a la batalla es el PP. En declaraciones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, perteneciente a la tolda referida, “Podemos es un partido imputado.”

Martínez-Almeida no se detiene ahí porque los alegatos contra Podemos son duros hoy y lo serán mañana. Acusaciones a miembros del partido de Pablo Iglesias por llamar zorra a una policía municipal, por estar condenado a cinco años por atracar un banco, etc.

El alcalde de Madrid ha calificado, además, de “secta detrás de Pablo Iglesias” al partido Unidas Podemos, que según el político madrileño, cada vez tiene menor apoyo electoral, por lo que ha referido la necesidad de acudir a encuestas que así lo demuestran.

Y es que la contienda parece no aminorarse con los tiempos venideros. Un gobernante como Pedro Sánchez, que negaba una y un millón de veces asociarse con Podemos, ha terminado con un ejemplar del Príncipe de Maquiavelo en sus manos para poder sortear a unos socios nada fáciles.

Pero es el mismo Sánchez que negaba alianzas con hombres como Otegui y se deshizo de esos conceptos para servirse del pragmatismo por el poder.

Los pactos con Gabriel Rufián, con el independentismo catalán, con Otegui y Bildu, que son cuestionados por su cercanía a la organización terrorista ETA, sus acercamientos con regímenes autoritarios en aeropuertos españoles...

Esas circunstancias han tejido una maraña alrededor del presidente del Gobierno de España, una trampa de la que es cada vez más difícil liberarse.

Y como si fuera poca también VOX, la agrupación de ultraderecha de Santiago Abascal, se ha unido al cruce de acusaciones. No parece tener pausa el combate.

“Señor Sánchez, señor Iglesias, ustedes lo han hecho todo mal,” les dijo el líder de VOX en el Pleno del Congreso, por sus acciones frente a la pandemia del coronavirus. Desde la organización de derecha acusan al Gobierno de España de ocultar información, una situación que se suma al llamado de sanitarios que demandan transparencia gubernamental.

Desde la tribuna de VOX se quiere denunciar lo que se plantea como una amenaza a la salud, a la política y a la economía. En cuanto a la amenaza política, claro está, se refieren al peligro que representa Unidas Podemos sobre el Gobierno de España, de Pedro Sánchez.

"Sánchez, tienes a un totalitario sentado a tu lado, en el Gobierno", recuerdo haber escuchado que le dijo Abascal, un plan que pretendía claramente ser usado para aislar a Pablo Iglesias. El dirigente de Unidas Podemos parece erigirse en el foco central de la escena política. Los debates lo han asumido así.

Aunque los resultados en el País Vasco y en Galicia le significaron derrotas del capital electora, y sabiendo que Núñez Feijoó fuera de Galicia no da combate político, Podemos sigue representando el eje central para delimitar. Por ello el cordón no requiere un manantial de otras explicaciones.

Y como nunca antes, líderes como Abascal siguen aumentado el volumen de la contienda, expresándose en términos duros, que invocan el deseo de que la nación no permita que lo que él llama “una pandilla de desalmados” (el Gobierno de España) se haga con el país, una advertencia a Sánchez e Iglesias.

Por tanto, la defensa de la monarquía por parte de VOX es irrestricta, no parecen disminuir su posición, sino que atacan con más frontalidad.

Ahora, la situación de Felipe VI no es fácil. Su padre, Juan Carlos I, en su fuga que lo ha llevado a Abu Dabi en un burdo intento de salvar la Corona española, se encuentra señalado. Y es que casos como las tarjetas opacas, los movimientos financieros en Suiza, las donaciones de un empresario mexicano, las denuncias por el contrato del AVE, con las implicaciones de presuntos sobornos, marcan el panorama del ex monarca.

Son insalvables definitivamente las distancias entre el PSOE y Unidas Podemos. Recientemente, Pedro Sánchez se ha mostrado dispuesto a pactar con Pablo Casado para la renovación del Consejo General del Poder Judicial. La decisión sorprende, dado que en el aniversario de la Constitución, el Jefe del Gobierno había evadido el saludo con el líder del PP. ¿Qué opinan, puertas adentro, en Unidas Podemos ese posible acuerdo para negociar? Seguramente las respuestas, muchos la saben.

Las cosas en España parecen caminar al mismo paso de una novela política, pero hecha realidad. “Yo, el Supremo,” se ha quedado corto. El Príncipe de Maquiavelo, finalmente, nos va aportar unas máximas absolutamente cruciales para el momento actual. Y también el pensamiento de Julio Cesar hará su parte, y ya sabrán el porqué.

Maquiavelo lo decía como ningún otro, “A los hombres se les ha de mimar o aplastar, pues se vengan de las ofensas ligeras, ya que de las graves no pueden. La afrenta que se hace a un hombre debe ser tal que no haya ocasión de temer su venganza.”

Sánchez parece navegar en un mar tormentoso, él mismo lo sabe. Asumió el poder con esas condiciones, de pagar o deber, de dejarse arrastrar o dinamitar la alianza. Pero los frenos de hoy, no se sabe si podrán hacer resistencia mañana. Porque intenta cambiar el curso del barco y el timón lo empuja como nunca antes.

Por eso lo ratifico, Sánchez navega en dos aguas.

Julio César, al cruzar el río Rubicón con sus soldados (un hecho que representaba altos riesgos bélicos para esa época), con su impronta, detuvo el aire, el tiempo, el cielo y el cataclismo de su espíritu con la frase:

“La suerte está echada.”

Aunque claro, Pedro Sánchez ni es Julio César ni se le parece.

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