Creo que todos, sin excepción, hemos disfrutado en algún momento de un placer culposo, un morbo.

“Nacida Inocente” es un texto sumamente crudo y duro que trata temas de abandono, adicciones, humillaciones, abusos, traición y desesperanza. Un aspecto importante es que no es un libro para todo el mundo, se requiere un nivel de estabilidad emocional, madurez y nivel de crítica para poder leerlo y no perderse en sus palabras.

Si bien es cierto que después de la primera parte no se esperaban más, pues tiene una secuela que es aún más dura y desgarradora en la cual se acentúan todos los temas que vimos en el primer libro, especialmente el de la traición.

La historia nos narra las vivencias de Christine Parker, una joven que con tan solo 14 años ha tenido que enfrentarse a situaciones que pudiesen ser innombrables para nosotros, muchas que ocurren dentro de su propia casa, eso que debiese ser un lugar seguro, a manos de sus padres, esos que están a cargo de su seguridad y protección.

Siendo la mente de un adolescente algo tan frágil y susceptible, Chris ha tomado una actitud rebelde y retadora, huyendo de casa y terminando en un reformatorio, lugar donde solo sigue recibiendo golpes de la vida (uno de los peores) y perdiendo cada vez más la poca confianza que deposita en los adultos y las figuras de autoridad. Lo que nunca imaginó Chris y ninguno de nosotros, es que este lugar representaría algo así como un hotel para ella; y es que desde que puso un pie en ese lugar, tuvo infinitas oportunidades de salir pero en todas y cada una de ellas terminó regresando. Algo decepcionante, ¿cierto? Pero, ¿qué podemos esperar de alguien abandonado a tal grado, que considera como lugar seguro el mismo sitio donde le tocó pasar por tantos hechos traumáticos?

Más que una historia, podría decir que este libro sería catalogado como una crítica a esa doble moral que tenemos como sociedad y que vemos en la autoridad del reformatorio que sabe de los abusos a los que son sometidas sus reclusas, pero no hace nada por no dañar su “imagen”; en quienes conociendo la difícil situación de Chris, buscan la solución más “cómoda” para ellos. ¿Cuántas veces no nos hemos hecho de la vista gorda ante una problemática, simplemente porque no nos consideramos responsables o porque decimos que no está en nuestras manos el hacer algo?

Es inevitable no sentir amor y lástima por la protagonista, admiras su fortaleza pero al mismo tiempo te gustaría verla quebrarse, es contradictorio, lo sé, pero es así. Te preguntas cuánto más podrá aguantar o hasta qué punto llegará para lograr su objetivo, estar con la única persona con la que se ha sentido protegida y amada. Resulta triste que cada rayito de esperanza, se le apague poco a poco.

Frases memorables y dignas de identificación son las que nos encontramos en esta bilogía ya que, como mencioné anteriormente, esta obra está compuesta de dos libros que narran la ida y vuelta de Chris, los tumbos que da en el camino y cómo la vida le da giros bruscos en cuestión de segundos. No puedo dejar de mencionar la frase que le dice Chris a su amiga Janet, la cual se encuentra embarazada: «Y cuando aprenda a hablar, escúchale. Escúchale de verdad. Y ¡hazle reír y sonreír!». ¿Pueden imaginar cuánta tristeza y necesidad de amor, se esconde detrás de ese pensamiento?

Algo que puedo destacar es que, en efecto, esta novela no está hecha para que la definas como “tu obra favorita” o “la mejor novela que he leído”, está hecha para mostrar una realidad dura, que obviamos quizá por comodidad, pero que está ahí, pasando diariamente. Todos nacemos inocentes, pero son las vivencias que experimentamos y las decisiones (muchas que se escapan de nuestras manos), las que nos van quitando esa inocencia y hacen de esto algo traumático o llevadero.

Puedo decir, desde mi experiencia, que esta obra literaria me dejó un muy amargo sabor de boca, pero muchas reflexiones con respecto a mi vida diaria, al trato que doy y recibo, a mis relaciones, a las quejas que constantemente expongo y a las cosas tan simples que doy por sentadas. Creo que de alguna manera, logró impactarme al grado de generar un cambio en mí que no sé definir pero del que soy consciente, y espero ocurra igual para muchos.


Imagen de Free-Photos

Añadir Comentario