Tras 21 años de una vida dedicada por y para el FC Barcelona, Leo Messi tuvo que decir adiós al club que le vio crecer, madurar y convertirse en el mejor futbolista del mundo.

La realidad todos la sabemos, el futbolista argentino no quería marcharse de su hogar, quería quedarse, pero el Barcelona vivía otra realidad, la realidad económica.

Muchos fueron los rumores sobre la marcha del astro argentino, hasta que en agosto se hizo oficial: Leo Messi se marchaba al PSG gratis, sí, gratis. Pero eso es otro tema.

El mundo del fútbol tuvo que esperar hasta el 29 de agosto para ver a Leo jugar con otra camiseta que no fuera la del club de sus amores, el Barcelona.

El argentino ingresó por Neymar pasados los 20 minutos de la segunda parte, en un partido donde tuvo poca participación, con poco juego y mucho roce.

Otro de los momentos más esperados para Leo, fue su debut en Champions League ante el Brujas, pero todo no fue como esperaba. Además, volvió a aparecer en un partido de Champions, cumpliendo 150 participaciones en la competición más importante a nivel de clubes, pero un empate ante el conjunto belga no fue motivo para celebrar nada.

Quizás el momento más amargo fue el ocurrido el pasado lunes tras el partido ante el Olympique de Lyon en el Parque de los Príncipes, dónde el crac argentino fue sustituido por decisión de Pochettino en el empate ante ambos clubes, algo que no gustó nada a Leo Messi, que se marchó al banquillo con cara de pocos amigos.

Y por si fuera poco, el PSG confirma la lesión de Messi, que sufre una contusión en la rodilla izquierda que lo tendrá alejado de los terrenos de juego durante un tiempo.

La realidad es que no estamos viendo al mejor Messi, ese jugador que te asiste, marca, regatea, y le da más motivos de los que tiene el mundo para considerarle el mejor. Leo no está en su mejor versión, no está siendo él y lo cierto es que, es muy complicado adaptarte a una nueva ciudad, una nueva vida, un nuevo equipo, y menos cuando no quieres. Porque no, Leo Messi no quería marcharse de su club, allí lo tenía todo.

Muchos hablan de las diferencias entre Cristiano Ronaldo y Leo Messi en términos numéricos, pero personalmente veo una gran diferencia más allá de los goles y las cifras: uno ha vuelto a su casa, el otro se marchó de la suya.

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