¡Hola! Hoy les traigo algo muy interesante... ¡Una entrevista a un gigoló gay!

Daniel, -llamémoslo así- es un gigoló que vive en Buenos Aires. Hace un par de meses que ejerce y es un conocido mío de un par de semanas. Cuando le pregunté si podía hacer la entrevista, el acordó que era una gran idea, ya que es un mundo del que se sabe poco y hay realmente muchos mitos dominándolo.

Sin más preámbulos, empecemos.

Magali: Daniel, ¿Por qué entraste al mundo en el que estás ahora?

Daniel: Bueno... -carraspea- lo mío fue curiosidad- hace una pausa- un amigo mío, Martín, me contó que a él ese mundo le atraía muchísimo, que él tenía la fantasía de convertirse en gigoló. Pero, el no logró adaptarse a ese mundo, y estaba inseguro sobre si eso estaba bien o mal. Terminé experimentando para probar algo nuevo, y yo quedé en este mundo y mi amigo, no.

Magali: ¿Como fue tu primer encuentro, Dani?

Daniel: Hice el perfil en Grindr usando mi segundo nombre, colocando fotos de mi cuerpo. Puse tres fotos... una de mi cuerpo, otra del rostro y otra de mi pelvis. Me llegaron un montón de mensajes, hombres interesados en mí. Un sábado, por la mañana, me habló un hombre. Era de buen ver y atractivo, mi tipo de hombre. Charlamos un rato, y llegamos a un acuerdo, de vernos ese mismo día. Llegó la hora y yo estaba nervioso y inseguro. Él, antes de que yo vaya, me hizo una videollamada para confirmar que era yo realmente. Ese día tenía miedo, él me fue a buscar a un parque cerca de su casa, y hablamos todo el camino hasta su casa. Me trató amablemente, me hizo sentarme en el sofá y me hizo preguntas; ¿Cuando fue la ultima vez que tuviste relaciones sexuales? ¿Qué rol sós? ¿Qué buscas? Le expliqué que era mi primera vez haciendo eso. Él lo notó. Fue una experiencia memorable.

Magali: ¿Que fue lo más raro que te tocó hacer?

Daniel: Era una de mis fantasías, de las más raras. Lo más raro que llegué a hacer, fue poner una salsa blanca por el cuerpo del hombre.

Magali: ¿Que opinan tus amigos y tu familia?

Daniel: Sólo dos amigos míos lo saben. Mi familia, no creo que esté preparada para eso. Uno de mis amigos opina que debo ser libre y hacer lo que sienta, es lo que me dice siempre. Y el otro, que me cuide de los peligros que conlleva mi trabajo.

Magali: ¿Tuviste algún problema por tu trabajo?

Daniel: Sí, lo tuve. Yo salí con un chico tres meses, y mientras, trabajaba como siempre. Un día, quedamos para vernos y él me revisó el celular y descubrió lo que yo hacía. Discutimos una semana y nos separamos.

Magali: ¿Cual es el rango de edades de tus clientes?

Daniel: Entre 18 a 40 años. Se la pasa bien con todas las edades, y más con las personas seguras de lo que quieren.

Magali: ¿Que tenes para decir de tu trabajo Dani? y ya, finalizamos la entrevista.

Daniel: Es una experiencia única, rara y especial. Y que, con el tiempo, te adaptás. Me dí cuenta que en el mundo hay gente para todo en el sexo.


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