¿Alguna vez has pensado cómo será el sexo en el futuro?

Con todos los avances tecnológicos que hay en la actualidad es indudable que el ser humano cada vez parece más conectado. Sin embargo, al mismo tiempo, irónicamente parece un tanto distanciado del contacto humano.

La realidad virtual y el mundo de las redes sociales han hecho que millones y millones de personas comiencen a conectarse esencialmente a través de este medio. Y en algunos casos, incluso pareciera que muchos prefieren el contacto virtual que relacionarse frente a frente con alguien más.

Esto ha hecho que se desarrollan tecnologías que buscan explorar este nuevo tipo de interacción entre humanos. Y también entre humanos y no tan humanos.

Amigos virtuales y hasta parejas que no son más que programas virtuales son las cosas con las que hoy en día cualquiera animarse a experimentar.

Y con este tipo de relaciones que parecen sacadas de una película de ciencia ficción, es imposible no preguntarse cómo será el sexo del futuro.

Después de todo, quién no recuerda a fantástico Jude Law en su papel del gigoló Joe en la película Inteligencia Artificial. O la fantasía futurista que fue presentada en Her por Spike Jonze.

Sin duda alguna, la idea robots y programas sexuales parece cosa solamente de una película o un libro de ciencia ficción. Sin embargo, si por algo se caracteriza el ser humano es por avanzar cada vez más a pasos agigantados en la creación de cosas impensables en el pasado. Así que no podría sorprendernos que nuestro futuro esté marcado por acompañantes sexuales al estilo del mismísimo estilo del androide sexual que interpretó Jude Law.

La industria de los robots sexuales

Aunque la idea de un androide sexual como el que interpretó el increíble Law pueda parecer muy lejana, la realidad es que en la actualidad esto no está tan distante como parece.

En el mercado del sexo ya existen numerosos prototipos de robots creados con el único fin de satisfacer las necesidades de sexo y compañía de sus clientes.

Esta increíble industria comenzó a partir del año 2010 cuando fue presentada Roxxxy, la primera robot sexual en la feria Adult Entertainment Expo de Las Vegas.

En aquel entonces, Roxxxy no era más que un primer prototipo de cableados eléctricos. Sin embargo, su aparición hizo que todo un abanico de intereses hacia esta nueva clase de horizonte sexual se abriese. Y con el pasar de los años, la industria del sexo puso un mayor énfasis en la investigación y creación de modelos de robots sexual que fueran lo más cercano a la fantasía de un androide con el que cualquier persona desearía tener una noche de placer.

Ahora los robots sexuales no son solamente meras máquinas. Los actuales modelos presentados en el mercado tienen una apariencia sumamente real. Algunos inclusive son capaces de parecer que tuvieran personalidad propia; con una piel y cabello que se sienten increíblemente reales y hasta tienen la capacidad de simular orgasmos y sonreír.

Este gran avance en cuanto al mercado de los robots sexuales ha hecho que la demanda por esta clase de modelos aumente de forma increíble. Y por ello las empresas se encuentran en la búsqueda de hacer versiones aún más realistas que satisfagan los gustos de sus clientes, haciendo en algunos casos modelos personalizados a los gustos de cada cliente.

Esto nos hace pensar que si hemos visto personas que se han casado con su ordenador, en un futuro próximo quizá estemos presenciando la boda de un androide sexual con un feliz humano.

El mercado de los androides sexuales

La industria del sexo es un mercado muy amplio y rentable. Y si a este campo se le suma la industria de la tecnología, las posibilidades de inversión y beneficios es sumamente alta.

Por ello es que tras comprender el potencial de la tecnología en la sexualidad, las compañías se encuentran en el desarrollo de productos que satisfagan las fantasías de sus clientes.

En el pasado, lo más novedoso se trataban de los programas de realidad virtual donde se interactuaba con una «persona» anhelante de cumplir cualquier deseo y brindar placer. Sin embargo, ahora lo innovador y que todos quieren es un robot sexual que esté hecho a sus gustos y que satisfaga todas sus necesidades.

Por eso la industria del sexo se ha abocado en crear modelos de robots sexuales que cumplan con las expectativas de todos aquellos quienes disfrutar con estos peculiares amantes.

Los hay para todos los gustos. Y pueden ser personalizados con la imagen y características que el cliente desee. ¿De cabello rojo? ¿Con forma voluptuosa? ¿De ojos claros? Sin importar lo que se quiera, estos modelos pueden ser adaptados a cualquier gusto.

Y aunque algunos contemplan con recelo y cierto asombro esto, la verdad es la demanda crece cada día más. Prueba de ello es el primer burdel de muñecos sexuales. Este burdel está ubicado en Turín y cuenta con un amplio catálogo de trabajadores sexuales, los cuales todos en absoluto son robots. En su interior los clientes serán recibidos por robots sexuales de hombre y mujeres. Este local cuenta con los prototipos de inteligencia artificial en materia de sexo más avanzados. Quienes lo han visitado aseguran que la experiencia con uno de estos robots sexuales es totalmente increíble.

Y quizá debe serlo, puesto que en realidad el valor no es tan económico. Pero al parecer, el placer lo vale.

Robots sexuales también para mujeres

Aunque la mayoría de modelos de robots diseñados para el sexo son de tipo femenino, esto no quiere decir que no existan los masculinos.

Si bien al inicio la industria se centró en satisfacer principalmente la demanda del público masculino, con el pasar del tiempo, se dieron cuenta de que los modelos femeninos no eran los únicos que eran solicitados.

Así nacieron robots masculinos como el famoso Alessandro quien es sumamente codiciado por el público femenino.

Las mujeres que se han animado a probar los placeres de Alessandro aseguran que este es un amante maravilloso. Y es que Alessandro no está dotado solamente con atractivo físico, sino que su sistema operativo posee instalado expresiones y frases que hacen del momento algo muy agradable para sus clientas. Porque Alessandro es capaz de dar desde frases cariñosas hasta las palabras más picantes para complacer a las clientas.

Modelos de robots masculinos como Alessandro se han vuelto muy famosos y bien recibido entre el público femenino que anhela cada vez más avances. Quizás hasta el punto de soñar con el día en que puedan compartir con un fogoso androide como el que interpretó el sexy Jude Law.

Robots para sexo: Solo el inicio del futuro

Según expertos de la tecnología y del campo de la sexología, los androides sexuales son solamente el principio de todo lo que el futuro nos depara en materia de avances sexuales.

Actualmente existen proyectos de desarrollo de tecnología sexual como el llamado The Future of Sex. Este proyecto trabaja en expandir la intimidad humana hacia nuevos campos. Y uno de estos es que explora el campo referente a la sexualidad remota.

Investigadores trabajan en tecnologías que permitan que la experiencia del sexo a distancia sea más atractiva y realista. Se busca aumentar el nivel sensorial y las emociones durante los encuentros a distancia. Para lograr esto los expertos trabajan en prototipos que permitan sentir los besos aunque las personas estén separadas, trajes de realidad virtual que aumenten el placer sensorial del sentido del tacto e incluso almohadas que trasmiten el sonido del corazón de un amante.

Por ahora, el mayor avance que las personas pueden disfrutar además de los robots sexuales que existen en la actualidad, son los mundos virtuales para adultos. En estos se puede crear personajes y hasta convertirse a sí mismo en uno. De esta manera los personajes creados pueden interactuar en encuentros. Además, este tipo de opción permite también conocer a otras personas en tiempo real y asistir a fiestas virtuales.

Los creadores de este tipo de tecnología esperan que a medida que la sexualidad y el mundo de la realidad virtual continúen avanzando, la línea que separa el sexo real del sexo virtual desaparezca. Estos buscan que la diferencia entre el espacio físico y el mundo en línea ya no sea una barrera separadora para la exploración y el disfrute de la sexualidad humana.

Ventajas del sexo futurístico

El sexo del futuro apunta a la interacción con «seres» de apariencia humana pero que no lo son, así como hacia las relaciones a distancia a través de la experiencia virtual. Esto ha hecho que mientras unos se preocupen acerca de cuál será el verdadero futuro de la interacción entre humanos, otros vean los aspectos positivos.

Y es que expertos como Bryony Cole, líder del proyecto The Future of Sex, piensa que en este campo hay un gran potencial con muchas ventajas que merecen ser exploradas. Cole considera que este tipo de sexo puede ayudar a disminuir el riesgo de infecciones de transmisión sexual así como de embarazos no deseados. Bryony también cree que el campo de la tecnología sexual tiene ventajas en la educación y mejora de las relaciones de pareja. Asimismo, asegura que herramientas como los audífonos de realidad virtual ayudan a que estudiantes sean educados sobre el acoso sexual desde la perspectiva femenina.

Por razones como estas muchos consideran que el sexo del futuro será mucho mejor. Con una realidad virtual que podría ayudar a tratar problemas de disfunción femenina y masculina, una mejor manera de educar sexualmente a las nuevas generaciones y la disminución del riesgo de contraer alguna ETS. Esto último haría que los preservativos sean cosas del pasado.

El «lado oscuro» de la industria de los robots sexuales

Al igual que con todo tipo de tecnologías, existen muchos que se cuestionan hasta qué punto podría afectar el mercado de los robots sexuales al ser humano.

Y es que si en la actualidad las personas ya parecen más desconectadas de otras a pesar de todos los medios de comunicación virtuales que existen; este acercamiento a un ser que aunque aparenta ser humano no lo es, algunos lo consideran como un factor que puede llegar a trastornar el sentido de la realidad de ciertos individuos.

Porque estos robots se ven como humanos reales e incluso pueden hacer intento de conversaciones y parecer que tuvieran sentimientos. Sin embargo, no debe olvidarse que no lo son.

Muchos cuestionan el uso de la inteligencia artificial para crear un ser que sirva solo para el sexo. Este es un tema que ocasiona diversos debates y polémica al hacer preguntarse a muchos hasta qué punto el ser humano es capaz de llegar en la creación de un amante sexual.

Además, no solo se trata de la inteligencia artificial.

En la actualidad, la personalización de modelos sexuales ha hecho que muchos deseen tener un robot para su disfrute que se parezca a un artista que admiran o una persona cercana con la cual fantasean. Esto ha hecho preguntarse qué tan saludable psicológicamente es contar con un objeto que sea una versión «realista» de tu mayor fantasía.

Aunque esto no es todo. En aspectos más preocupantes existen inclusive modelos de muñecas sexuales cuya mera existencia resulta perturbadora. Como es el caso de una compañía japonesa que crea modelos a escala realista de muñecas con forma de niñas. Según su creador, esta es una manera de ayudar a ciertas personas a tener algo con lo que puedan satisfacer sus impulsos.

Pero algunos se preguntan si esto en lugar de ayudar a controlar semejantes impulsos solo haría que estas personas comiencen a desear satisfacer estos deseos con niñas reales.

Aparte de ello, también se encuentra el tema de las adicciones. Al igual que con todo lo que genera placer, el sexo puede ser adictivo. Y en el caso de estas nuevas tecnologías sexuales existe la preocupación de cuán adictivo podría ser realmente todo esto.

Porque para los adictos al sexo esto podría representar una compulsión muy peligrosa.

Al parecer sin duda alguna, solo el futuro nos dirá de qué manera los robots sexuales afectarán a la humanidad.


Imagen de Pete Linforth

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