En este artículo, vamos a hablar acerca de la novela de Clara Cortés, “Clementine”. Clara Cortés, Graduada en Psicología por la Universidad de Madrid, ha centrado sus escritos, tanto novelas como cuentos, con el fin de poder mostrar, de una forma diferente, aspectos de la salud mental y diversidad de todo tipo.

Las obras que ha escrito, hasta la fecha, han sido:

  • “Cosas que escribiste sobre el fuego” (Plataforma Neo, 2016)
  • “Pájaro azul” (Plataforma Neo, 2018)
  • “Clementine” (La Galera, 2019)
  • “Somos astronautas” (La Galera, 2020)

Actualmente, sigue publicando en una plataforma llamada Leemur, y también en Bolino, en las que se realizan publicaciones de forma periódica. En la primera se publican chat stories y en la segunda cuentos infantiles y juveniles.

La historia cuenta la vida de Clementine, una joven que ha terminado sus estudios en la universidad y que, durante un voluntariado, conoce a Mark con quien decide irse a vivir al poco de empezar la relación.

La historia está narrada en primera persona y se centra en el progreso y la superación de la protagonista, que vivió con una madre tóxica y decidió escapar con un novio que posiblemente sea igual o peor que ésta.

En esta historia conocemos a muchos de sus amigos pero no es hasta el final que descubrimos todo lo relacionado con su vida. La autora nos ofrece solo pinceladas del conjunto, afirmando que no son datos importantes para el lector.

En relación a los personajes tenemos a Clementine que, diríamos, se anula directamente como persona y que no nos dice su nombre, ni sus estudios, ni cualquier otro dato hasta prácticamente el final de la historia.

No es hasta el final que, gracias a un proceso de maduración personal, empieza a descubrirse a sí misma y a tener carácter y protagonismo; cuando nos habla sobre su vida y lo que siente.

Los personajes que aparecen en la novela complementan la vida de Clementine. A destacar tenemos a Angus que hace de conector entre ella y Blythe; es quien le muestra otro tipo de relaciones y lo que es el amor en su estado puro.

Por último, tenemos a Lyv que es su mejor amiga y le muestra lo que es la libertad en todos los aspectos, además de qué es una relación de pareja.

Un elemento clave es la madre la cual podríamos calificar como algo egocéntrica ya que solo se preocupa de mover a su antojo tanto a su marido como a su hija, Clementine.

Es más, constantemente le habla a ella de lo bueno que es Mark, cuando realmente solo conoce la cara externa de éste e ignora cómo trata a su propia hija.

Personalmente, me ha parecido una historia conmovedora.

Durante la lectura consigues ponerte en la piel del personaje e incluso te indignas en algunas situaciones que vive.

Teniendo en cuenta la profesión de la autora, la psicología, podemos afirmar que el libro refleja bien su experiencia profesional en este ámbito, concretamente, respecto a los problemas en la adolescencia.

Como aspecto positivo, llama mucho la atención cómo la autora crea el personaje principal y, sobre todo, el proceso de cambio que se va generando a lo largo de la lectura en la que encontramos que, finalmente, Clementine alcanza la madurez total.

La necesidad de realizar el cambio por uno mismo y no dejar que el entorno nos moldee es el mensaje que la autora parece querer transmitirnos a lo largo de todo el libro.

Como aspecto negativo, no hay nada que destacar; tal vez el hecho de que sería interesante descubrir qué ocurrió con los personajes pasado un tiempo.

En conclusión, una lectura que no te dejará indiferente si te gustan las historias de adolescentes y la no siempre fácil transición a la etapa adulta.

En esta historia te sentirás partícipe junto a los protagonistas en su desesperada toma de conciencia de la realidad que les rodea y de su evolución para adaptarse. En definitva, poder (re)descubrir las varias personalidades que todos tenemos y las estrategias que utilizamos para poder vivir.

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