Plantas Para Sanar Tu Huerto (y III)

Como lo hemos referido en los anteriores artículos, las plantas se fortalecen y nutren entre ellas mismas. Según se interrelacionan podemos asociarlas para optimizar el cultivo, veamos algunas de estas asociaciones.

Ajo

Por su acción bacteria y fungicida repele los nemátodos o gusanos del suelo y otras plagas en los cultivos de zanahoria.

Romero

Defiende a las coles o repollos de las mariposas y a las zanahorias de las moscas.

Salvia

Actúa como el Romero y además atrae insectos polinizadores.

Clavel de muerto

Se puede asociar con diversos cultivos porque su olor repele insectos voladores, los preparados con su raíz (purines) disminuyen los nemátodos y cochinillas cortadoras.

Menta

Repele mariposas, hormigas y roedores, sembrada bordeando los alrededores de los cultivos. También atrae abejas y abejorros, los cuales repelen a otros insectos dañinos .

Tomillo

Repele insectos dañinos y mariposas nocturnas. También atrae abejas.

Cilantro

Controla áfidos que se acumulan debajo de las hojas, y también ácaros. Además puede ser usada en infusiones, macerados y purines.

Geranio

Es un repelente natural de insectos.

Malojillo, citronella o limoncillo

Repele mosca blanca, mosquitos y hormigas

Neem

Combate ácaros y arañitas rojas.

Ajenjo

Insecticida natural que repele animales ponzoñosos, gorgojos, ácaros y orugas, sobre todo en plantaciones de maíz.

Albahaca

Ahuyenta la mosca blanca, moscas, mosquitos y chinches. Atrae insectos polinizadores. Mientras más polinizadores, más frutos por planta.

Eneldo

Ideal para cultivos de repollo (col), pepino, maíz, lechuga y cebolla. Atrae sílfidos (insectos que controlan a otros que son depredadores como pulgones, arañas y ácaros), abejas y avispitas biocontroladoras.

En forma general, si el cultivo principal son hortalizas de fruto y se quiere repeler las babosas, se recomienda sembrar en los alrededores plátanos y cambures enanos (plantas de la familia de las musáceas que ahuyentan a las babosas).

Se deben asociar plantas de raíz profunda con plantas de raíz superficial y nunca dejar el suelo desnudo; usar abonos verdes como leguminosas rastreras, maní forrajero y auyamas (calabazas) para que se mantenga el aporte de materia orgánica y los microorganismos estén contentos al estar resguardados de los rayos solares. También se puede usar el pasto seco.

Además de elegir variedades que se adapten a las condiciones climatológicas y de suelo, se deben rotar los cultivos: hortalizas de fruto, luego de hojas y posteriormente de raíz. También se intercambian cultivos de leguminosas y los de maíz.

Finalmente existen cultivos que no se pueden asociar, es el caso de las plantas pertenecientes a la familia de solinasias (tomate, pimentón, ají) y hasta lechosa y papa; para estos sembradíos es fatal el ataque de la mosca blanca, que es atraída por plantas de la familia de las curcumitáceas (calabazas, calabacín, melón, pepino y patilla o sandía).

Esperamos que estas orientaciones los motiven a investigar por iniciativa propia y redunde en una mejor alimentación a partir de la producción en un huerto familiar.

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