Viendo toda la crisis social que vivimos actualmente, me lleva a pensar, si la humanidad ha avanzado como sociedad y si en verdad hemos dejado atrás aquellos tiempos de barbaries e injusticias, esto me lleva a pensar, si algún día podremos tener un mundo donde las leyes sean armoniosas y cónsonas con las necesidades de los pueblos, un mundo donde podamos mirarnos todos por iguales, un mundo donde sintamos que somos verdaderamente representados por quienes nos gobiernan, un mundo donde no existan guerras ni miserias, un mundo donde la delincuencia no sea la solución a los problemas, un mundo donde la corrupción no se adueñe del estado y donde la pobreza sea solo algo abstracto.

¡No es un sueño! Es el deseo de miles y miles de millones de seres en todo el globo terrestre, porque vemos como los pueblos son maltratados, humillados en sus derechos, sufriendo vejámenes. Los gobiernos exigen respeto, pero no conocen del término, una vez que toman el poder se olvidan de ciertas cosas, parece que elegir es imponer, que la democracia es algo de ficción y las propuestas se las lleva el viento, pero… Debería la conciencia preguntarle a la moral a donde se ha ido.

Tenemos un mundo hermoso, gracias a la mano del creador, pero viciado por la mano del hombre, en su afán de querer construir, destruye. Cree que con solo forjar grandes estructuras y desarrollar tecnologías de vanguardia han solucionado la crisis moral, no es únicamente la situación económica o la mala racha que atraviesan muchos países, es la falta de sensibilidad social, seres que mueren por hambre o sufren por desnutrición en muchos países humildes como Haití o por falta de tratamientos como es el caso de Venezuela, que encontrar medicina en el país suramericano es toda una odisea, adquirirlo es un privilegio y la poca conciencia del especulador se vende por dólares.

Niños que ven en el día a día, el horror de la guerra o la invasión, como en Palestina y Siria, inocentes obligados por mentes maquiavélicas (que se preocupan más por llenar sus bolsillos que a las alacenas de sus pueblos) obligando a los niños a ser huérfano quedando marcados con traumas de por vida y en otros de los casos padres que pierden a sus hijos y son familias destruidas, todo a raíz de lo mismo, la avaricia y la sed de poder. Y no solo eso, tenemos generaciones de niños y jóvenes que confunden libertad con libertinaje, hay un evidente déficit de orientación hacia la juventud, perdidos en una sociedad que los involucra cada vez más en aspectos como el alcohol, droga, prostitución y distanciándose cada vez más por el uso de la tecnología y las redes sociales, mientras por otro lado los políticos hacen promesa que quedan en nada, disfrutando de los placeres de tener grandes manjares o suculentos plato sobre la mesa.

La sociedad actual, fija su atención en el consumismo, en lo que más se vende por que así lo impone la moda, el mundo del entretenimiento vende la violencia y el sexo porque aumenta sus ventas publicitarias y además de eso sube el rating. ¡Oh, por Jesús y María! Tenemos un mundo donde hacer cosas malas, parecen buenas, es decir, tenemos el mundo de revés, la justicia es impunidad, países desarrollados que se ven a punto del colapso y los más humildes viviendo la calamidad de no tener verdaderos gobiernos.

Y eso no es todo, también hay estados cuyos gobiernos parecen una mezcla entre anarquía y dictadura como Venezuela, país donde las leyes se aplican para el más vulnerable, todos pueden hacer lo que quieran sencillamente porque no se respetan y burlan las leyes (en donde el que no corre vuela) desde los cargos altos hasta las bases representadas por el mismo pueblo y de todo hacen un negocio, como si no existiera la autoridad, la delincuencia ejerciendo cargos públicos y los más inocentes son los únicos gobernados.

Redes que comercializan con el tráfico de órganos o el comercio sexual infantil, por un lado pareciera que se tratara de carne de ternera y por la otra se apropian del destino de vida de cada inocente sin sentimientos ni escrúpulos y actúan con tanta bestialidad que surge entonces nuevamente la interrogante ¿y la conciencia?... seguro anda de paseo buscando a la moral. Tal vez, ha tenido algún contratiempo y por eso quizás aún no ha regresado.

Sin olvidar la lucha internacional contra el narcotráfico, que cada vez prolifera a grandes escalas y ha distorsionado la realidad de miles de pensamientos y lo más lamentable es que hay quienes se prestan a servir como los llamados 'narco mulas', pero bueno… como se han visto tantos casos en el mundo, es de considerar que estaba sordo cuando Sócrates hablo de moral, eso explicaría el por qué de la realidad distorsionada.

Ser diferentes, bueno… quizás sí. Nos corresponde a todos como misión ineludible el ser capaces de fomentar cultura moralista en los pueblos, ser creadores de conciencias comprometidas que trabajen por el desarrollo, la armonía y paz. Ser pueblos libres de ignorancia, de perjuicios, de vicios, de pasiones y cualquier otra tendencia que pueda generar división. No puede existir diferencia entre pueblos, si nos consideramos hermanos ¿pero y qué pasa con la conciencia? Ok, la conciencia responde a la cultura como identidad de cada pueblo.

Es necesario mejorar la cultura para cambiar el pensamiento desde lo individual hasta convertirlo en pensamiento masivo, es de tal forma como se puede valorar el progreso y vivir el mundo que soñamos de ahí, también depende el saber vivir en fraternidad, saber reconocer nuestros sentimientos y solidarizarnos con el dolor ajeno, ya que, donde terminan los derechos del otro comienzan los tuyos y con la misma vara que mides serás medido, el mundo necesita de pensamientos positivos, debemos aportar los buenos principios y valores a las nuevas generaciones, facilitándoles como sus guías un mejor camino tanto ético como moral, ya que son la esperanza para el cambio del futuro.

Añadir Comentario