Durante generaciones, hemos luchado y defendido por tener lo que ahora tenemos, unos cuantos derechos. Hemos luchado y defendido por cada uno de esos derechos, por nuestra propia subsistencia y la sobrevivencia de las generaciones que vengan. Hemos peleado de todas las maneras, buscando diferentes formas de contener a la policía, los militares. Cuando nuestra propia vida pende de un hilo, hemos decidido abandonarlo todo y saltar sin paracaídas a lo que sería una muerte lenta y dolorosa por nuestra amada patria.

Han habido cientos de peleas en este lugar en el que vivo, cada una, por una distinta causa, pero con un fin en común, preservar la vida. En esta época, en la que estamos actualmente, han creído muchas personas, sobre todo aquellos de nariz blanca, que por no poder salir de nuestras casas, no podemos luchar o que no encontraremos una forma en la cual podamos seguir exigiendo lo que es nuestro por derecho. Y han creído que nos hemos dado por vencidas, cuando realmente, cada persona que fallece en esta crisis, cada dato maquillado en una mentira que nos venden como noticia en cadenas nacionales diarias, son simplemente una razón más que enciende el fuego y aviva la llama que todos tenemos dentro. Estamos dispuestos a luchar porque no pensamos caer de la manera en la que nos quieren dejar vencidos.

A inicios de este año 2020, fue entregado al congreso nacional más de 100 millones de dólares para la construcción de hospitales, compra de equipos médicos, medicamentos, entre otro tipo de ayudas. Pero curiosamente, a esta fecha, los hospitales carecen de medicamentos. Habían sido prometidos, mínimo, noventa y cinco centros hospitalarios, de los cuales no se ha construido ninguno. Y el equipo médico que se supone se había comprado, no fue el indicado. Por ende, no hay equipo médico adecuado para los médicos y enfermeras, quienes no tienen equipos de bioseguridad dotados por el estado como: mascarillas, caretas y otros, ya que ellos deben costearse el equipo de todos los días y hacer uso de su salario, aun cuando el estado les ha atrasado éste.

Unos meses más tarde, después de ver que más de cien millones de dólares no podían ayudar a la población en general, el gobierno pidió más ayuda, la cual llegó en forma de unos hospitales móviles los cuales no se han instalado.

En Centroamérica, somos el país al que más ayuda económica se le ha dado para poder contrarrestar esta crisis del Covid-19. Sin embargo, todos los días mueren cientos de personas en cada departamento. Se ocultan estos datos, y se dice a la población mundial que realmente estamos bien y que las ayudas que nos han brindado están funcionado. Colorean la realidad como un magnífico cuadro en el que todo encaja, en donde los ciudadanos vivimos completamente felices y no nos falta nada y la tasa de infectados está aplanándose. ¿Pero cuál es la realidad?

Como una hondureña más, y una simple civil que vive en esta nación, puedo decirles que los datos no son los que pinta el gobierno. Cada día veo más vecinos, amigos, que se infectan o que cuentan de alguien que se ha infectado. Cabe mencionar además, que ha habido muchas muertes las cuales no han sido registradas.

Tampoco nos han dicho, ¿por qué a pesar de que muchos productos bajaron de precio durante la pandemia, a nivel mundial, aquí en Honduras. elevaron su precio, incluso al doble de su costo? Las personas que tenían un trabajo fueron despedidas y aquellos que trabajaban de forma humilde, con algún puesto en el mercado, fueron suspendidos inmediatamente de su forma de vida sin encontrar otra manera para sobrevivir. Esto llevó a muchas personas a las calles, a pedir dinero porque no podían sobrevivir y necesitaban comprar comida, aunque solo fuera un poco de alimento, tal vez no para ellos, pero sí para sus hijos. Esta situación hizo aumentar el riesgo de contagio por Covid-19. Como siempre es de esperar, el gobierno ignoró por completo esta situación, pudiendo haber dispuesto de los fondos de pensión social para mitigación, para que se pueda atender a la población afectada en las diferentes crisis que a la nación le sobrevengan (una de ellas es esta pandemia). Se pidió más dinero y más ayudas. Sin embargo, el dinero que ya se nos había dado y asi como las ayudas que ya se habían recibido, ¿por qué no fueron utilizadas para evitar que tantas tragedias tuviesen lugar, para evitar que las personas que fallecieron de forma tan dolorosa tuviesen que terminar sus días de esta manera, para evitar que las personas que se contagiaron no pudiesen ser tratadas a tiempo y que tuviesen que ser orilladas y condenadas a muerte?

A causa de este tipo de preguntas sin respuesta y de este tipo de cosas, las cuales nos han molestados e indignado a todos los hondureños, es que decidimos salir a exigir los derechos que nos han negado. Y el derecho más importante de todos, a la existencia, a la vida misma. En todas las calles, muchas personas, a pesar de que no tenían dinero, consiguieron algo de pintura para escribir en las calles y en los puentes la pregunta ¿dónde está el dinero? #Honduras lo exige

El gobierno ha visto esto como un acto de vandalismo. Ha acusado de terroristas a todos los involucrados en este justo reclamo y simplemente ha decidido pintar todas las calles, en las cuales se ha escrito esta frase, en color negro (obviamente, los hondureños volveremos a escribir con pintura, en las mismas calles, la misma pregunta y no sólo eso).

Ahora que se abrieron los mercados, lo llevamos escrito en camisas y mascarillas. Nosotros somos un pueblo que siempre ha luchado por lo que le pertenece, y que jamás se rinde ante una pelea porque siempre elegimos morir de pie, en batalla, antes que agachar la cabeza ante un patrón y actuar como si no hubiese pasado nada. Por eso, aunque han tratado de que nadie nos vea en redes sociales y en muchos noticieros internacionales, nosotros seguimos peleando y seguimos divulgando, de la misma manera, lo que sentimos, lo que nos preguntamos, lo que pensamos. Realmente queremos saber, ¿qué pasó con toda la ayuda que se nos dio desde un inicio? ¿Qué pasó con los hospitales móviles? ¿Qué pasó con la ayuda de equipamiento de bioseguridad que debería llegar al personal de salud, que está en primera línea de batalla, enfrentando la crisis actual en nuestro país? Pues lo primero que el gobierno hizo con esto, es cuantificar en veinte y cinco millones de dólares, y mentirle al pueblo diciendo que eso será pagado, lo cual fue desmentido por la Embajada Canadiense.

¿Qué pasó con todos los votos que fueron en contra del actual presidente, pero de igual manera lo hicieron ganar? ¿Por qué a pesar de que la mayoría del pueblo votó en contra, no sólo de una persona, sino en contra de todo un partido político, ellos son mayoría en el congreso nacional?

Nosotros hemos luchado en las calles, hemos visto peleas entre policías y jóvenes menores de edad, los cuales son niños, a veces de quince o catorce años. Y estos son llevados a tribunales cuando tienen suerte, y cuando no la tienen, son llevados a hospitales para terminar de morir por un ideal en el cual creían. Incluso, en ocasiones, tienen una suerte peor, en la cual ellos creen que todo está en calma y mientras salen de su casa para ir a comprar algo para el almuerzo, o simplemente para dirigirse a su centro de estudio, son secuestrados por militares o policías, los cuales no tienen siquiera el descaro de quitarse el uniforme antes de hacer desaparecer a esos jóvenes quienes no vuelven a ser vistos nunca más. Y así como esos jóvenes, hay muchos adultos, muchas personas que han luchado antes por estos mismos derechos. La lucha, este año, ha sido, tal vez, un poco más calmada, más pacífica, pero siempre fuerte y poderosa. Podría agotarse toda la pintura del mundo y aun así encontraríamos la forma de seguir escribiendo las mismas preguntas y seguiríamos repitiendo al presidente la misma frase, seguiríamos diciendo las mismas cosas, no sólo porque creemos en ellas, sino porque estamos convencidos de que estas cosas son parte de nosotros y estamos convencidos de que nuestra patria vale cualquier lágrima, cualquier dolor y cualquier cosa que estos buitres de pico blanco puedan hacer. Sin tregua, el pueblo hondureño no se cansará de gritar #FUERA JOH¡


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