Como bien sabrás, tu perro no viene con un manual de instrucciones bajo la pata, así que tal vez encuentres incomprensibles algunos de sus comportamientos. Cuando un humano no entiende a otro, recurre al razonamiento hablado o escrito, pero nuestro compañero peludo no puede hablarnos para darnos una explicación. Es natural que nos surja cierta frustración por no comprenderle, así que aquí tienes una guía definitiva (y resumida) a la que recurrir siempre que tengas dudas sobre por qué hace lo que hace tu perro.

1. ¿Por qué mi perro se revuelca en cosas que huelen tan mal?

Habrás observado (y es probable que hayas intentado por todos los medios que no pase) que a veces encuentra heces o cadáveres de animales e intenta rebozarse en ellos. Lo creas o no, a los perros no les importa oler 'tan mal', pues esa discriminación entre 'buenos' y 'malos' olores es algo muy humano. La razón principal por la que tienen esa costumbre ancestral es la de camuflar su propio olor y que sus presas no detecten su rastro a la hora de cazar. Y digo lo de ancestral porque es cierto que su función en nuestra sociedad ha dejado de ser la de cazar, pero no podemos olvidar quienes fueron sus ancestros (los lobos), y a qué se dedicaban éstos.

2. ¿Por qué le 'huelen los pies'?

Por supuesto, es una manera de llamarlos pero me refiero a sus patitas, tanto delanteras como traseras. Seguro que has notado que, ciertamente, huelen más fuerte que el resto del cuerpo. La explicación es sencilla: ellos transpiran (sudan) sobre todo por las almohadillas plantares y la boca. Es más, cuando tienen mucho calor se refrescan sobre todo por ahí y por la superficie de las orejas (por eso los perros que tienen las orejas cortadas tienen problemas de sobrecalentamiento). El hecho de que sus glándulas sudoríparas estén en sus almohadillas, unido a que éstas son las que están siempre en contacto con el suelo de la calle, hace que el olor que desprende esa zona sea más notorio.

3. ¿Por qué rasca su camita antes de dormirse?

De nuevo volvemos a la importancia de las patitas y de lo primitivo del género perruno. Sus almohadillas contienen su olor, su DNI por así decirlo. Como sabes, los perros marcan su territorio con la orina, que también es su carta de presentación, pero el lugar donde van a dormir no lo marcan de esa manera. Lo que hacen es esparcir su esencia en la cama a través de las almohadillas. En lugares de climas extremos también escarban para remover la tierra y hacerla más fresca o cálida, según la necesidad.

4. ¿Sufre cuando sueña? ¿Debo despertarlo?

Muchos nos preocupamos cuando vemos que lloriquea y/o ladra al dormir, e incluso a veces lo despertamos (despacito) para calmarlo. Si tu compañero peludo mueve las patas, los ojos, el hocico, o hasta la cola mientras duerme, no sufras por él. Por lo general recreará en sus sueños lo más reciente que le ha pasado: carreras, juegos, persecuciones, comidas apetitosas, etcétera, así que no debes preocuparte. Si se ha llevado un susto muy grande en las últimas horas, puede tener pesadillas, pero no es lo más frecuente.

5. ¿Por qué bosteza cuando le regaño y en momentos tensos?

Sus bostezos no siempre indican sueño, sino que muchas veces son 'señales de calma'. Si abre la boca visiblemente cuando le regañas o experimentáis alguna situación de nerviosismo juntos, es su manera de decir 'no te enfades que me estreso'. Muchas veces les pasa durante las sesiones de adiestramiento y los profesionales saben que varios bostezos en poco tiempo suelen significar 'he llegado a mi límite, déjame descansar' (no solo físicamente, sino sobre todo mental o emocionalmente).

6. ¿Por qué come hierba y luego vomita?

La razón más frecuente es que necesita purgar algo que le ha sentado en el estómago y que no consigue digerir. Es, como si dijéramos, su sal de frutas. No obstante, si lo hace todos los días, consulta a un veterinario sobre su alimentación pues podría tener carencias o ser alérgico a algo. En el caso de perros de ciudad, es conveniente que estés atento a dónde está la hierba que se come. Evita que se coma la que está muy a mano de los orines de otros perros o de posibles venenos o insecticidas. Asimismo, la tendencia a comer hierba también les viene de sus ancestros los lobos, que ingerían plantas como parte habitual de su alimentación.

7. ¿Por qué mi perro estornuda cuando siente un fuerte olor?

Ten en cuenta que los perros siempre están con el motor olfativo en marcha, pendientes de todos los estímulos. El olfato es su sentido principal, en el que más se apoyan y el que más desarrollado tienen. Si les llega un olor intenso (humo, perfume, espray, etc.) tienen que deshacerse de él expulsando aire que arrastre mucosidad para limpiar el conducto olfativo. Así, tras el estornudo forzado, queda disponible para nuevos estímulos.

8. ¿Por qué se restriega en el suelo patas arriba?

No olvides que hay zonas a las que no puede acceder con sus patas en caso de picor. Si necesitan rascarse la espalda, el lomo o la parte anterior del cuello, su única opción es el suelo, y cuanto más rugoso mejor. Un buen cepillado de vez en cuando evitará estos picores, si prefieres que no se rasque en el suelo. Si ves que al pasar el cepillo por algunas zonas, se mueve automáticamente una pata de atrás y 'sonríe' (se estiran sus comisuras), significa que es ahí donde le pica. Además, la costumbre de ponerse boca arriba a veces es también para refrescarse, tanto en la calle como en casa, aireando su barriguita y contactando su lomo con el suelo.

9. ¿Por qué escarba el suelo tras hacer sus necesidades?

Normalmente lo hacen tras orinar y, aunque pueda parecer que es para esconder su olor, sirve para todo lo contrario: para esparcir su marca de identidad y que todo el que pase después sepa que él ha estado ahí. Tanto las patas como el orín contienen mucha información sobre el perro y éste se encarga de extenderla al escarbar el terreno.

10. ¿Por qué se rasca el trasero contra el suelo?

A lo mejor te choca ver a tu compañero perruno sentarse en el suelo (casi siempre tras defecar), y arrastrar el culete en una posición del todo peculiar. Pues bien, ya que otra de sus señas de identidad está en las glándulas que rodean al ano (de ahí que se huelan unos a otros esa zona), de esta manera esparcen su olor dejando sus 'datos' a los amigos peludos. Si tu perro no tiene esa costumbre pero de repente empieza a adoptarla, sería conveniente que observases sus heces por si tuviera algún parásito y hubiera que llevarlo al veterinario.

Siempre que tengas dudas sobre si algo puede ser o llegar a ser dañino para tu can, apóyate en un adiestrador o en tu veterinario de confianza. Si aún no los has encontrado, la mejor manera hacerlo es preguntar a dueños de perros en tu pipi-can habitual. Recuerda que si entiendes mejor a tu amigo perruno, disfrutaréis más del tiempo juntos y conectaréis más profundamente.


Este artículo se ha escrito con el inestimable asesoramiento de El Concilio Perruno de Valencia.

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